“Soy Aurelia, la acuática. Disfruto del agua tibia”, dice una de las ‘alicángaras’ creadas por Marta L. Gutiérrez en el libro que acaba de publicar Tragaluz editores con la obra de esta arquitecta paisa.
El libro llamado Alicángaras para colorear y escribir se convirtió en exposición y cierra la serie de este año de la sección ‘Huésped ilustre’ de la Casa Museo El Poblado, la cual lleva a las artes plásticas el trabajo de ilustradores que publican en la editorial Tragaluz.
Marta explica de esos personajes extraños que inundan su obra que los ha pintado siempre, pero el nombre que les da no fue su invención. La paleta de colores que usa se ha mantenido, pero con el paso del tiempo las figuran han ido evolucionando.
“Esos personajes los he pintado siempre, pero no tenían nombre. En alguna exposición que hice cuando me gradué, a finales de los 80, un amigo de Pereira vio la exposición y me dijo ‘esas son un poco de alicángaras y a mí la palabra me sonó. Las bautizaron, eso son. Yo les decía criaturas, porque no son ni animales, ni personas”, comenta la artista.
La muestra fue inaugurada el jueves pasado y también se hizo el lanzamiento del libro que tiene pequeños textos de Pilar Gutiérrez, de Tragaluz.
Es un libro infantil con 20 dibujos de personajes y unas pocas líneas que insinúan una historia, para que el niño la continúe.
Aunque los trazos de esta artista paisa recuerdan las figuras que hacen los niños, ella nunca pensó en que su obra podría resultar en un producto para los más pequeños.
“Los dibujos de los niños me encantan pero nunca pensé en llegarles a ellos, si no en ser capaz de pintar como ellos. Siempre he buscado volver a la libertad que tienen”, comenta Marta.
La instalación está compuesta por dos lienzos grandes, 12 esculturas hechas es una técnica africana y un par de impresiones sobre tela.
La técnica de las esculturas la aprendió en la capital norteamericana en donde una colega, con la cual comparte estudio, le enseñó a realizar las figuras con tela y tejido como momias.
En el espacio se puede evidenciar también otra serie de la artista llamada Enemigos inocentes, que no está relacionada con las Alicángaras.
Los Enemigos inocentes nacieron de una postal que un amigo le trajo desde Chile a Marta. En la imagen se veía los Selknam, indígenas nómadas de la región patagónica de Chile y Argentina. Estos nativos cazaban las ovejas de los colonos, lo cual provocó muchas de las muertes de la comunidad nómada que se extinguió en 1970. Esta relación de depredadores y víctimas inspiró esta serie.
Marta vive desde hace más de 30 años en Washington (Estados Unidos). Desde esa ciudad se desempeñó como arquitecta, mientras que en su tiempo libre seguía haciendo sus dibujos. En el 2000 decidió dedicarse por completo a las artes y así sus criaturas fueron tomando más fuerza.
La última vez que expuso en el país fue en el 2008 cuando trajo un trabajo llamado Sin marco, que expuso en una tienda de ropa y diseño.
Parte del trabajo que muestra en la Casa Museo estuvo recientemente expuesto en la sede del Banco Interamericano de Desarrollo, en la ciudad en que reside.
Este es el segundo libro que se publica con obra de Marta, pues anteriormente ilustró poemas de la barranquillera Meira del Mar.
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