Las bases del sector de la construcción se han mantenido sólidas en los últimos años, por lo que este no sería la excepción.
Si bien el 2015 fue un año récord en venta de vivienda nueva, con más de 29.000 unidades, el 2016 se posicionó como el segundo mejor en la historia del sector pese a la incertidumbre por la Reforma Tributaria y al primer periodo de los nuevos mandatarios.
Según Camacol Antioquia, con ese panorama despejado, el 2017 tiene todas las condiciones para superar en un 2 por ciento el pasado, pasando de 25.379 unidades de vivienda nueva, a 26.500.
“Las condiciones están dadas para que este sea un buen año para el sector. Después de la Reforma Tributaria se conservan estímulos e incentivos para la demanda, las tasas de interés del Banco de la República están 0,25 por ciento más bajas que a finales del 2016 y se prevé que estén alrededor de 1,5 puntos porcentuales”, explicó Eduardo Loiza, gerente de Camacol Antioquia.
Lo anterior, beneficiará al consumidor final al tener mayor capacidad de endeudamiento y un alivio en las cuotas mensuales.
Sobre la dinámica del sector, el dirigente indicó que la proporción es casi de uno a uno. “La oferta que tenemos en el mercado se consume en un año. Para este tenemos 23.000 unidades de vivienda en el mercado (poco más de 500 están terminadas), de las que el 75 por ciento se encuentra sobre planos, lo que permite mayor facilidad para la cuota inicial”, indicó Loaiza. De la oferta actual, cerca del 60 por ciento es para familias de clase media.
Otra de las ventajas para este año, será que el Gobierno Nacional asignará más subsidios. Están disponibles alrededor del 60 por ciento que no fueron usados en el 2016.
Sobre las Viviendas de Interés Prioritario y Social (VIP y VIS), Loaiza indicó que cada vez se dificulta más realizarlas. “Hay zonas donde no da. En el valle de Aburrá es inviable un proyecto de VIP, pues el constructor tiene que cumplir obligaciones urbanísticas, reglamentos técnicos, norma sismorresistente, pagar impuestos, tener unas áreas mínimas y poner un tope de precio”, explicó el gerente regional.
En lo referente a las VIS, expresó que los municipios deben entrar más con sus programas de vivienda. Hecho que no ocurrió en el 2016.
“Una de las propuestas es que subsidien las redes de servicios, el suelo, hacer el urbanismo o vender los lotes netos para no cargarle todo al constructor”, explicó el dirigente.

El sector genera en todas sus actividades unos 500.000 empleos al año.
Esneyder Gutiérrez
¿Pero dónde están comprando los antioqueños? Según Camacol, Medellín y Bello tuvieron mayor movimiento en ventas con 5.841 y 5.575 respectivamente. Sin embargo, reportaron caídas en comparación al 2015 en 23 y 24 por ciento, respectivamente.
De otro lado, sobresalió el auge de Sabaneta que se volvió una zona muy apetecida por los compradores y tuvo un crecimiento del 10 por ciento en el 2016, a pesar de algunas quejas por cobertura de agua y formas de acceso.
“No preocupa Sabaneta, Empresas Públicas de Medellín (EPM) construyó un tanque que tiene capacidad para abastecer el agua de los proyectos actuales y futuros en la zona. Este año construirán los tubos y redes y ese tema queda resuelto”, manifestó Loaiza.
En cuanto a la movilidad, informó que la alcaldía trabaja en un plan con el Área Metropolitana para direccionar el tráfico.
A quienes estén buscando adquirir propiedad raíz residencial o no residencial, del 3 al 5 de marzo se realizará en Plaza Mayor la feria inmobiliaria Expoinmobiliaria 2017, que para esta versión trae cerca de 400 proyectos inmobiliarios de 82 constructoras.
Para Eduardo Loaiza, gerente de Camacol Antioquia, esa es la vitrina en la que los compradores encontrarán todo en un solo lugar.
“Tendremos además siete entidades financieras, tres Cajas de Compensación Familiar, cuatro entidades gubernamentales y dos fondos de pensiones y cesantías”, contó Loaiza.
Las cifras del evento confirman la importancia de este en el sector. En los últimos seis años, los negocios se han quintuplicado pasando de 35.400 millones de pesos a 190.000 millones. La meta para este año es llegar a los 200.000 millones de pesos.
Mientras esa parte del sector se fortalece, las Curadurías Urbanas siguen estancadas. Loaiza indicó dijo que al haber solo dos Curadurías funcionando, de las cuatro que tiene la ciudad, los trámites se han duplicado el doble de tiempo por lo que muchos de los trámites se están haciendo en otros municipios del valle de Aburrá.
Acorde al directivo, mientras en municipios como Itagüí los trámites pueden tardarse hasta cuatro meses, en Medellín pueden oscilar entre 6 y 10 meses.
Por eso, Camacol Antioquia y la Sociedad de Ingenieros y Arquitectos (SAI) enviaron una carta al alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez pidiéndole que realice “de manera urgente” un nuevo concurso para llenar las plazas restantes en las curadurías de la ciudad.
David Alejandro Mercado
Redactor EL TIEMPO
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