“Parto de un interés por la violencia, que no tiene que ver con la violencia política, ni con la agresión de una persona a otra, sino con eventos violentos que tienen que ver con otros aspectos de la vida. En este caso hablo sobre los accidentes de tránsito”.
Así explicó Juan Caicedo su trabajo ‘Cosas que no debieron salir a la luz’, expuesto en la galería De la Oficina desde el 24 de noviembre pasado.
Caicedo, a lo largo de su trabajo, ha abordado diferentes tipos de la violencia como la del cambio climático, del tiempo o de la ‘mala suerte’.
En esta ocasión también habla sobre la mala suerte, pues en su opinión la moto, que es la obra principal de la muestra, es un monumento al infortunio.
La moto está compuesta por piezas de otras 43 distintas compradas por Caicedo en la Bayadera (centro de Medellín) y todas con las abolladuras y rayones que quedan después de un choque.
Además, hay otras cuatro obras en las que involucran piezas de automóviles con abolladuras y repintadas, también hay placas de motocicletas y una frase tallada en la pared que reza “Es arriba como es abajo”.
La frase la tomó de una máxima de filosofía alemana para incorporar el componente de la suerte, pues quiere dar a entender que las cosas pasan por algo y si hay un accidente automovilístico es porque “hay un plan divino” o hay una explicación que va más allá del entendimiento humano.
Aunque el artista no aborda directamente el conflicto armado en su creación, el interés por la violencia y por los sentimientos que genera le surgió precisamente después de ser víctima de un hecho violento. Su hermana fue asesinada hace casi 20 años.
El artista, maestro en artes plásticas de la Universidad Nacional de Colombia, habla de la palabra ‘siniestro’ como el término que utilizan oficialmente para referirse a un accidente y mezcla el concepto con la definición que esgrimió el filósofo alemán Friedrich Schelling en el siglo XIX: “Todo aquello que debió haber permanecido en secreto, escondido, y sin embargo ha salido a la luz”.
Aunque Caicedo se define como un dibujante y un pintor, estas piezas, que inauguran al artista paisa en esta reconocida galería comercial, se alejan de las artes clásicas e incorporan materiales poco convencionales como las latas y partes de motos y automóviles.
Esta es la segunda vez que Alberto Sierra, curador jefe de De la oficina, hace la curaduría de un trabajo de Caicedo, pues en el 2015 trabajaron juntos en el montaje de ‘Principia matemática para la filosofía natural’ y de ‘Objetos para golpear’, ambas expuestas en la biblioteca de la Universidad Eafit.
Este artista paisa ha participado en exposiciones en Colombia, Alemania, Francia, Bosnia y Reino Unido.En sus obras no usa una técnica ni material recurrente, busca la exploración permanente.
“Entre más digo que soy pintor más hago cosas que no son pintura”, confiesa Caicedo.
Con esta muestra cierra el año la galería De la oficina, ubicada en El Poblado.