Con éxito se cumplió este domingo 29 de octubre, a las 6 p. m., la implosión del antiguo edificio de Ingenierías del campus de Laureles de la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB), cuya demolición se hizo con el fin de construir la segunda fase de un complejo más moderno y amplio.
La implosión, que consiste en un proceso controlado con explosivos, estuvo a cargo de la empresa Demoliciones Atila Implosiones S.A.S, que ha realizado este tipo de procedimientos en Colombia y otros países. Asimismo, el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres (Dagrd) estuvo acompañando con algunas medidas de seguridad, tanto en la universidad como a sus alrededores.
De acuerdo a lo programado, #HoyenUPB realizamos la demolición por implosión del del antiguo edificio de ingenierías. pic.twitter.com/2JruZypC0O
— UPB (@upbcolombia) 29 de octubre de 2017
Antes de la demolición, Felipe Bernal, jefe del Plan Maestro de la UPB, explicó que la implosión no genera impactos significativos en los ciudadanos, debido a que el ruido es por un tiempo muy corto y de decibeles menores que los de un taladro para perforar calles.
Asimismo, la nube de polvo es controlada con agua y debido al peso del material cae rápido al suelo.
“La implosión no genera onda expansiva ni explosiva, así que los vidrios de las casas aledañas no sufrirán por tal vibración. Debido a la naturaleza de la implosión, no se afectarán el acueducto, alcantarillado, líneas de gas, eléctricas o redes de fibra óptica de la universidad o del sector”, indicó la institución en un comunicado.
Este procedimiento fue elegido porque es más rápido y tiene costos menores que una demolición tradicional, al tiempo que es más amigable con el medioambiente. Esto permitirá continuar con mayor normalidad las actividades en el campus y ahorrar dificultades causadas por los ruidos de martillos, taladros y otras herramientas usadas para demoler.
En vista de que la UPB quiere mantener sus zonas verdes, la mayoría de nuevos edificios se construyen en las áreas ocupadas por otros más viejos, como sucedió con el bloque de Ingenierías.
Después de esto, se avanzará en la construcción de la segunda etapa de un complejo más moderno y amplio, de 12.665 metros cuadrados. El área tendrá dos edificios. El primero tendrá una altura de siete pisos y estará conformado por 48 aulas para clases magistrales, oficinas para docentes y directivos y 23 aulas especiales de carácter múltiple.

Así lucirá el complejo de Ingenierías cuando finalicen las obras.
Cortesía Universidad Pontificia Bolivariana
El segundo será un salón de eventos que puede albergar 870 personas y cuenta con un sistema flexible que permite hacer cuatro subdivisiones cuando sea necesario.
“El edificio estará sometido a los procesos de certificación Leed, con miras a configurar un conjunto amigable con el medioambiente y sostenible. Particularmente se han configurado acciones para el manejo sostenible del agua haciendo procesos de reciclaje, producción de energía solar, procesos para el menor consumo de energía en relación con la iluminación y otros”, puntualizó la universidad en un comunicado.
MEDELLÍN
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