Dicen los lengüisueltos, que desde el 2009 transitan por las calles de Medellín unos personajes salidos de cuento.
Sí, de cuento y de contexto. Algunos con ciertos aires europeos, otros muy orientales y una que llegó desde el País de las Maravillas. Al último que se le vio aparecer y, que todavía anda por ahí, es a un pelaíto con cara de necio. Le dicen Tom Sóyer y vive de travesura en travesura por las calles de Aranjuez, con su amigo Huck, el Mortiño.
Cuentan que a pesar de venir de lugares en donde no se habla español, dominan a la perfección los modismos paisas y viven camuflados entre nosotros como si fueran de aquí.
Estos personajes, desde que empezaron a aterrizar en medio de las montañas, se amistaron con la gente de estas tierras y se quedaron en los recuerdos de niños, jóvenes y adultos que visitan cada año por el mes de septiembre, la Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín.
Pinocho, Alicia, Cenicienta, los 3 Cerditos, Scherezada, Julio Verne, Hansel y Gretel, marineros en búsqueda de un tesoro, Sherlock Holmes y este año Tom Sawyer, son los invitados que han visitado la Zona Norte de Medellín para, con un toque muy local, promover el placer de sumergirse en las historias de los clásicos de la literatura universal.
La idea surgió después de mucho pensarle a la mejor manera de reemplazar los típicos volantes que anuncian eventos, por información de calidad que invitara a la gente a visitar la Fiesta del Libro. Un día, en el 2009, uno de los integrantes del equipo de Fiesta llegó a la oficina con ejemplares de los pequeños cuentos amarillos que salían de las piñatas de antaño. Y ahí empezó todo.
“Nos enamoramos de la idea, porque yo creo que nadie se da cuenta de que en la parte de atrás está la invitación a la Fiesta. Y también es la posibilidad de tener unas versiones de historias de la literatura internacional pasadas por el tamiz de lo que es Medellín”, dice Guillermo Cardona, primer director de la Fiesta del Libro, y autor del Cuentico Amarillo Pinocho enamorado.
Lo que nació como una herramienta publicitaria para la Fiesta del Libro, terminó siendo una gran estrategia de promoción de la lectura, un librito coleccionable que, año tras año, acerca a todos los visitantes de la Fiesta a los clásicos de la literatura universal. Una iniciativa que con Tom Sóyer, mucho culicagao, de la escritora antioqueña Koleia Bungard, llega este año a su décima versión.
El cuentico es corto, escrito en un lenguaje sencillo y que encarreta, además, las ilustraciones que lo acompañan cautivan. Las obras y personajes de la literatura que son adaptados cada año al lenguaje y contexto local, son seleccionados de acuerdo con la línea creativa que guiará el evento. Y los autores, que son contactados para participar en la creación de la versión paisa de estos relatos, son todos autores de la región.
Cada adaptación tiene un tiraje de 200.000 ejemplares, distribuidos por toda la ciudad. Este año se completan 2 millones de cuentos entregados gratuitamente.
NATALIA TAMAYO GAVIRIA
Fiesta del Libro y la Cultura
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