El primer año de gobierno del alcalde Federico Gutiérrez ha tenido de todo como en botica: una crisis ambiental sin precedentes, un paro armado, una amenaza de muerte, el incremento de homicidios y de hurtos, incendios, catástrofes naturales y hasta una tragedia mundial con el avión del Chapecoense.
¿Cómo le fue en este primer cuarto de administración?
Fue un año movido, toda una montaña rusa pero muy emocionante. Eso es lo que implica un cargo de estos. Estar en las buenas pero sobretodo en las malas y eso es lo que hemos hecho en esta ciudad durante este año. Sobre todo la tranquilidad de cumplir lo que prometí que fue gobernar de manera cercana a la gente, reconocer problemáticas, enfrentarlas y poner la cara. Muchas cosas buenas y muchas por mejorar, quien debe evaluar es la ciudadanía, aunque reconozco que hay que intensificar varios temas y triplicar esfuerzos que será lo que haremos en los años siguientes.
¿Cuál fue el momento más complicado de este 2016?
Yo diría que hubo dos momentos críticos por decisiones que hay que tomar en el momento: por ejemplo, la crisis ambiental porque no existían protocolos de manejo. Supimos sortearla, gracias también a la colaboración de la ciudadanía. Otro momento crítico fue cuando enfrentamos las estructuras criminales en diferentes zonas de la ciudad.
Y un momento triste, no solo para mí sino para el mundo, lo del Chapecoense. También ver la forma en que respondió esta ciudadanía y mire cómo demostró solidaridad. Siempre de las crisis y los momentos duros nacen cosas buenas también. Esta ciudad ha superado todas sus crisis y las va a seguir superando. Es una ciudad de carne y hueso, que ríe y al mismo tiempo llora.
¿Y su mayor preocupación?
El tema de la seguridad. Es un tema estructural que llevaba muchos años en la ciudad y estamos haciendo esfuerzos muy grandes. Todavía falta pero sé que a ese tema le estamos dando un punto de quiebre para acabar con la zona de confort de la criminalidad. Encontramos una ciudad, en muchas zonas, muy controlada por la criminalidad y eso es un tema muy delicado. Lo que estamos haciendo es trabajar para regresar la seguridad. La ciudadanía reclama y si el ciudadano reclama es porque tiene toda la razón. No me pongo a sacar excusas.
¿Qué aspecto de este primer año de gestión le generó satisfacción?
Muchos, cada día es una satisfacción. Me gusta levantarme temprano y acostarme tarde trabajando por mi ciudad, no es ningún esfuerzo. Uno de los temas que me ha generado satisfacción es lo que vengo haciendo con los niños que se han salido de las escuelas y yendo por ellos para que vuelvan a los colegios. Es algo que generó un impacto a presente pero sobre todo a futuro y es trabajar contra la deserción estudiantil. Hemos logrado en los últimos tres meses que 1.200 niños y jóvenes vuelvan al sistema escolar. Hace parte también de la seguridad integral.
Siendo alcalde, ¿le cambió la percepción de algún aspecto de la ciudad?
Llegué teniendo claro el panorama, sigo convencido de las grandes prioridades que tiene Medellín. Se ven reflejadas también en la percepción ciudadana en salud, la calidad educativa, la seguridad, la movilidad, la calidad del aire y las necesidades sociales. No me ha cambiado la percepción, ser alcalde me ha afianzado en saber que tenemos una ciudad maravillosa y que lo mejor que tenemos es la gente.
Tenemos que cuidar mucho a Medellín. La gente acá no se queda en la crítica, nos exigen pero también colaboran. Pongo el pecho y uno de esos temas es la seguridad, ahí tenemos dos opciones: una, pasar de agache, o enfrentar el crimen con decisión. Yo escogí la segunda. Eso tiene costos en lo personal y lo estamos asumiendo. Ese punto de quiebre se necesita.
Precisamente, ¿cómo se está enfrentando los hurtos que están disparados en la ciudad?
El ciudadano reclama con toda razón y por supuesto que estas dinámicas criminales cambian. En la medida que nos nosotros enfrentamos estas estructuras criminales y damos golpes contundentes contra muchas estructuras, ellos lo que hacen es que cambian modalidades, salir a la calle y generar inestabilidad. Lo han ido logrando durante algunas semanas, lo que he hecho es pedirle mayor operatividad a la Policía.
El flagelo de extorsión y el desplazamiento siguenEl flagelo de la extorsión y el desplazamiento intraurbano también continúan…
Hay unas cifras que muestran como las bandas van cambiando de modalidades.
Uno de los problemas más graves que había era el desplazamiento forzado intraurbano, las bandas eran dueñas de los barrios y lo que demostramos es que le hemos dado golpes duros y vamos quitándole control territorial.
El desplazamiento intraurbano bajó en 50 por ciento.
Eso tiene que seguir, pero también entiendo que como ese indicador va funcionando, hay otros que tienen que funcionar más.
Los golpes contra la extorsión en el Centro, con las ‘Convivir’; en Altavista, con ‘los Chivos’; ahora vienen otras operativos grandes en Castilla y Robledo y vamos a seguir.
Yo no niego las realidades. Hay problemas todavía pero hay un punto de quiebre y es que no somos indiferentes frente a los asuntos en temas de seguridad. Aún falta pero estamos haciendo la tarea.
Y en materia de homicidios, ¿cómo se explica que contrario a la tendencia nacional, en Medellín se incrementen las muertes violentas con respecto a 2015?
Tiene una explicación clara: sacudimos el palo y nos fuimos de frente a las estructuras criminales.
Cuando nosotros desarticulamos las estructuras en un sector inmediatamente hay un reacomodo de bandas y se han incrementado las disputas entre ellas mismas y hoy más de 50 por ciento de los homicidios en la ciudad son generados entre estructurales criminales.
Hace tres meses llegamos a estar con aumentos de 20 por ciento y con acciones que hemos venido tomando vamos a cerrar el año con un aumento de 7 por ciento. Lo otro es un llamado a la ciudadanía: entre 20 y 25 por ciento de los homicidios son por intolerancia y convivencia.
¿Es la inseguridad su principal dolor de cabeza?
No solo el mío, también de la ciudadanía. Venimos haciendo unas estrategias después del reacomodo de bandas que van mostrando disminuciones en diferentes tipos de delito.
Yo prefiero dar esa pelea contra las estructurales criminales a que sigamos bajo el yugo de ellos. Le pido a la ciudadanía que nos acompañe, que no desfallezcamos. Hoy estamos viviendo un revolcón, una época dura, vamos a aguantar que esto va ir mejorando cada vez más.
¿Está preparada Medellín para el posconflicto con las Farc?
Es muy importante tener la información y que el Gobierno Nacional nos ayude a decir realmente cuántos desmovilizados de las Farc van a llegar a la ciudad y bajo qué condiciones para nosotros emprender acciones con el programa de reintegración.
Tenemos que estar muy alertas. Lo peor que nos puede pasar es que un hombre entregue un arma de un grupo para terminar en otro grupo armado, hay que cuidar mucho eso para que no nos vaya a pasar.
Por eso el programa de reintegración tiene que ser coordinado en lo local.
En el posconflicto está bien pensar en lo rural pero también tiene que pensarse en lo urbano.
He hecho el llamado de atención, miren el tema de la seguridad ciudadana. Ahí pedimos mayor compromiso del Gobierno.
JUAN DIEGO ORTIZ
Redactor ADN
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