El filósofo y político iraní, Ramin Jahanbegloo, uno de los líderes mundiales de la No violencia y director del Centro Mahatma Gandhi para Estudios de Paz, estuvo en el Museo Casa de la Memoria de Medellín hablando, entre otros temas, sobre la solución de conflictos armados.
Jahanbegloo, en entrevista con EL TIEMPO, aseguró que los diálogos entre el Gobierno y las Farc son un ejemplo para todo el mundo.
El experto habló sobre el futuro del país, resaltó el liderazgo del Gobierno, que tuvo la valentía de hablar con el enemigo. Se refirió a las diferencias entre el proceso de paz entre Colombia y Sudáfrica, los retos del posconflicto y, ante todo, de las víctimas y el perdón.
¿Un país cuándo está listo para aplicar la filosofía de la No violencia?
Un país está preparado cuando comprende que tanto el Estado como los ciudadanos tienen una responsabilidad compartida. Si hablamos de la No violencia en Colombia no es solamente pasar la página del conflicto armado a la paz, es un estado de conciencia de los ciudadanos, estar preparados para no repetir la violencia en las futuras generaciones y dar un paso a una dirección proactiva para sostener la paz.
¿Cómo ve el proceso de paz entre las Farc y el Gobierno colombiano?
Creo que el proceso de paz en Colombia es muy importante no solo para el país y el continente americano sino también para todo el mundo. Lo llamo el paradigma colombiano, y creo que no solo es un paradigma de sostener la paz sino una revolución de valores para el mundo de hoy, donde tenemos muchos conflictos y guerras en el Medio Oriente, en Asia y muchas otras zonas, con líderes que no han encontrado soluciones.
Colombia podría convertirse en un ejemplo de sostener la paz y cómo se enseña a sí misma y luego les enseña a otros, de ir más allá de sus temores, enojos y problemas.

El iraní Ramin Jahanbegloo estuvo en Medellín hablando sobre el proceso de paz y la No violencia.
Jaiver Nieto / EL TIEMPO
¿Qué puede aprender el mundo sobre el proceso de paz del país?
Lo primero es que la gente sí se puede sentar y hablar con otros, así sean de diferentes sectores de la sociedad, o estén polarizados, que sí se pueden escuchar unos a otros, y cuando eso pasa, aprenden cómo establecer puntos en común que ayudan a una nación para que pase la página en la historia.
Esto es lo más importante, el mensaje del proceso de paz colombiano es que yo no puedo vivir sin la otra persona, así que mi vida depende de la de la otra persona y esa otredad es el elemento más importante de vivir juntos.
¿Cuál es la diferencia entre el proceso de paz de Colombia con otros procesos como el de Sudáfrica?
El proceso de paz de Subáfrica también tuvo muchos elementos de liderazgo que se asemejaban al liderazgo colombiano, se basó en su mayoría en la experiencia de las personas como Mandela, Desmond Tutu, y de hecho hacían referencia de la filosofía africana del ubuntu.
Ustedes tienen que referirse a su propia filosofía, sus puntos de referencia serían su propia cultura cristiana, su propia cultura indígena, esas son las diferencias principales.
Pero las experiencias humanas podrían ser las mismas, hay muchas comparaciones en las comisiones de verdad y reconciliación porque las personas que sufren, lo hacen de igual manera alrededor del mundo, ya sea que la raíz del sufrimiento sea por el apartheid o las Farc.
¿Qué retos cree que vienen para Colombia en el posconflicto?
Mantener la esperanza para que los colombianos puedan continuar en la dirección correcta, una dirección proactiva para sostener la paz, para educar a las generaciones futuras acerca del proceso de paz y para presentar este proceso como un cambio ético, una revolución ética para el mundo de hoy.
Las personas que sufren, lo hacen de igual manera alrededor del mundo, ya sea que la raíz del sufrimiento sea por el apartheid o las Farc
¿Cuál es el futuro que usted ve para Colombia?
Estoy muy optimista, no desde un punto de vista inocente sino desde una manera pragmática. Pienso que en los momentos en los que estamos viendo liderazgos populistas en el mundo de hoy con personas como Donald Trump y Rodrigo Duterte, hay un liderazgo político en Colombia que no es solamente pragmático sino que también tiene sentido común, y de hecho, ha tenido la valentía de hablar con su enemigo y esta valentía es tan positiva que hace que Colombia llegue a un nivel de liderazgo global y mundial, donde Colombia puede jugar un papel muy importante en la escena internacional.
El Gobierno está en negociación con el Eln ¿qué piensa cuándo estamos terminando un proceso con las Farc'
Si las negociaciones con las Farc han sido exitosas hasta cierto punto, este temperamento de paz se ha establecido acá en Colombia, es un buen modelo para involucrar cualquier otro dialogo con cualquier otro grupo armado y no solamente para este país, podría ocurrir en Latinoamérica. Hace 50 años si hubiésemos dicho que los colombianos podían hablar unos con otros y llegar a un proceso de paz, todo el mundo hubiese dicho que no, pero hoy en día es una realidad y esta realidad ocurre parcialmente porque es parte moral, parte ética, parte espiritual, y también es política.

El Museo Casa de la Memoria de Medellín rinde tributo a las 8 millones de víctimas que ha dejado el conflicto armado en el país.
Jaiver Nieto / EL TIEMPO
¿Qué papel juegan las víctimas en las negociaciones de paz?
Las víctimas representan la memoria de la violencia, pero esta memoria no debería convertirse en un estereotipo, la gente no debería quedarse detenida allí, debe ir más allá y la víctima de hecho es una puerta hacia la esperanza, no es una puerta hacia el temor, así que tiene que ver hacia el futuro y no solamente hacia el pasado, una víctima es una persona que no olvida, pero sí puede perdonar.
¿Qué piensa del perdón?
El perdón siempre tiene que ir de la mano con la justicia, pero la justicia no se trata de retribución, se trata de reconstrucción. Y solo cuando ocurre la reconstrucción a través de la justicia se puede, no olvidar, pero sí pasar la página. Espero que la justicia de Colombia no sea retributiva sino reconstructiva, que tome en consideración el sufrimiento de las víctimas, pero que este proceso no genere nuevas víctimas.
Estamos en el Museo la Memoria ¿Cree que el arte y la memoria sanan?
El arte siempre sana, cuando tiene un mensaje de verdad y de justicia y siempre tiene que ir más allá de la violencia, tiene que enseñarles a las generaciones futuras que podemos tener un diálogo unos con otros, vivir juntos y podemos hacer empatía con el otro. Eso es lo que el arte nos ha enseñado en la historia, incluso cuando el mismo artista sufrió como Van Gogh y Beethoven.
DEICY JOHANA PAREJA M.
Redactora de EL TIEMPO
En twitter: @johapareja