Hace más de 80 años que se lee el periódico EL TIEMPO en territorio antioqueño. Es una historia larga que comenzó bajo la dirección de Eduardo Santos cuando, día a día, enviaban ejemplares desde Bogotá que llegaban a Medellín en tren luego de haber pasado por Puerto Berrío.
Sin embargo, las cosas han cambiado. Ahora no solo se cuenta con una rotativa para imprimir los periódicos, sino que también tienen algunas páginas dedicas exclusivamente a lo que pasa en la capital antioqueña.
EL TIEMPO es un periódico que no desconoce la importancia que tiene esta región para el país y lo que ha significado en la historia colombiana. Es por esta razón que, cuando se cumplieron 200 años de la Independencia antioqueña, no dudó en hacer un homenaje a esta tierra que lo ha acogido y ha sido su casa durante más de 80 años.
Este homenaje a los paisas está plasmado en las 184 páginas de Antioquia, tierra del futuro, una publicación que es un regalo para “que futuras generaciones sepan y comprendan el valor de Antioquia para Colombia y el mundo”, dice la presentación del libro.
El libro es un producto de Casa Editorial EL TIEMPO realizado por el equipo de periodistas de la ciudad de Medellín, que bajo la dirección de Jorge Iván García Jiménez, con textos y fotos de Juan Diego Ortiz, David Alejandro Mercado Pérez y Guillermo Ossa, entre otros colaboradores.
Antioquia, tierra del futuro refleja las apuestas que tienen los paisas para ser el departamento del futuro.
Y todo comienza con frases tan sencillas, pero tan antioqueñas como “si quiera ser alguien, estudie” o “la mejor herencia que les podemos dejar a nuestros hijos es la educación”.
De igual forma refleja el empuje y le verraquera paisa durante toda su historia. Una historia que ha estado cargada de momentos gloriosos, y otros no tanto, porque no se desconoce que la región también ha sido afectada por diferentes situaciones, como la violencia. Pero los paisas son verracos, con carriel y poncho al hombro han sabido sobreponerse a las adversidades, y comenzaron a planear el futuro.
Para David Alejandro Mercado, que hizo parte del trabajo, “lo más gratificante de participar fue poder conocer diversas subregiones del departamento. Las costumbres y los productos turísticos varían, pero concuerdan en ese orgullo que tienen de sus raíces y la amabilidad para darlo a conocer a los que llegan. En muchos casos son costumbres de años atrás que perduran gracias a esas personas”, contó el periodista.
De igual forma, para Juan Diego Ortiz “fue de gran valía y aprendizaje participar en la construcción de ese relato conjunto que no solo reconoce e identifica las características de un pueblo a través de la historia, sino que plantea los retos futuros que tendrá que sortear la región”.
La historia entre EL TIEMPO y Antioquia aún no termina, todavía quedan muchos años para presenciar los retos que hoy asume la región, porque, como escribió Juan Luis Mejía, rector de Eafit y exministro de Cultura, en el prólogo, el mundo empresarial, el desarrollo del conocimiento y el proceso político, “proyectan a Antioquia con una mirada esperanzadora hacia su futuro”, y EL TIEMPO estará en ese futuro que tendrán los paisas.
MEDELLÍN
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