Mientras Supermán, la escultura del artista bogotano Nadín Ospina ubicada en el edificio Bancolombia de Medellín, permanecía en el suelo, sentado con expresión frustrada y su mano en la barbilla, arriba el 'Spider-Man ruso' se robaba todas las miradas.
Se trata de Pavel Gogulan, quien no se quedó con las ganas de escalar este edificio de 12 pisos, que desde que lo vio puso sus ojos en él. El pasado lunes 3 de septiembre, el hombre de 25 años intentó escalar este edificio pero su intento fue segado por el personal de seguridad que no se lo permitió.

La escultura mide dos metros y tres centímetros y pesa 513 kilogramos.
Johan López / Archivo EL TIEMPO
Pero no esta vez. Vestido con la misma pantaloneta roja de la última vez, el llamado ‘Spider-Man ruso’ lo intentó de nuevo.
Esta vez lo logró. Sobre el mediodía de este lunes 10 de septiembre comenzó el ascenso por la torre sur del edificio. Le bastaron poco menos de 10 minutos para trepar hábilmente por la estructura ante la sorpresiva mirada de transeúntes y vigilantes que poco pudieron hacer para evitar que Gogulan llegara hasta la terraza. Incluso, le sobró tiempo para saludar a los curiosos en medio de su acto.
En este lugar, como le ocurrió cinco días antes en el One Plaza Business Center, primer edificio que escaló, lo esperaba personal de seguridad y directivos del edificio, quienes lo detuvieron por escalar la propiedad sin permiso.

El ‘spiderman ruso’
EFE
También, como en aquella ocasión llegó la Policía. Sin embargo, mientras que en aquella primera ocasión los propietarios no presentaron denuncia y el escalador fue liberado esa misma tarde tras permanecer recluido en un centro para personas vulnerables en el centro de la ciudad, esta vez no contó con la misma suerte.
Voceros cercanos a Gogulan indicaron que desde las 3 de la tarde, el escalador fue llevado a la sede de la Fiscalía en Medellín tras ser detenido por las autoridades.
Pavel Gogulan asegura que ha escalado más de 200 edificios en 48 países diferentes en los que se destacan Europa, Centro América, Norte América, Israel, Jordania, Italia, España, Siria e Irán.
En la mayoría de sus hazañas, como esta vez, siempre lo esperan en la azotea el personal de vigilancia y la policía que luego de unas preguntas de rutina en los puestos de control, lo dejan libre o máximo pasa la noche tras las rejas.
La forma como elige los edificios para subir siempre es la misma, llega días antes y camina por las calles buscando los edificios que puede trepar con facilidad.
"Todas las personas sienten miedo, pero eso depende de tu mentalidad, si tú tienes el control mental después no sientes nada", dijo cuando le preguntaron sobre este 'hobby' antes de escalar el Ona Plaza.
Lleva 10 meses viajando por Suramérica y ya ha recorrido Pasto, Popayán, Cali, Armenia y Bogotá. Después de Medellín, indicó que le gustaría ir a Urabá y luego a Panamá.
MEDELLÍN
Comentar