En unas pocas palabras Ricardo Cárdenas resume su proceso creativo: mirar, pensar, dibujar, dibujar, dibujar (infinitos dibujar), seleccionar y construir. Ese es el proceso creativo del escultor antioqueño que quedó plasmado en la publicación de un libro elaborado por Celsia, empresa de energía del Grupo Argos.
Desde un principio Cárdenas dejó claro que no quería un catálogo de obras, lo que realmente deseaba era acercar a las personas con el oficio del artista. Y lo logró. El libro plasma gráficamente eso de mirar, pensar, dibujar, dibujar, dibujar (infinitos dibujar), seleccionar y construir, palabras que tiene escritas en su taller.
La relación de Cárdenas con el arte comenzó cuando tenía 5 años. Por alguna razón sus padres lo llevaron a Bellas Artes y desde ese momento no dejó de trabajar, a pesar de que estudió Ingeniería Civil. Dice que el arte siempre estuvo, pero como un complemento a sus actividades cotidianas. Realmente no tenía la intención de ser artista.
Su obra está inspirada en la naturaleza, de ahí parten las ideas, pero al final, no necesariamente se refleja lo que planteó al comienzo. “No hay planos estrictos que tenga que seguir, no. La obra se configura con una espontaneidad tal como si estuviera haciendo un dibujo. Al final no me importa realmente si lo que se refleja son cosas o no de la naturaleza. La naturaleza es una excusa, al final puede ser la abstracción de una idea original que generalmente parte de la naturaleza”, cuenta.

El libro de Ricardo Cárdenas es la tercera publicación de la empresa Celsia dedicada a la promoción del arte y la cultura.
Guillermo Ossa / EL TIEMPO
El libro, que expone su proceso creativo, es “un regalo de la vida”, porque al ser patrocinado por un tercero, significa que su obra y su trabajo están siendo valorados. Sin embargo, hay algo que lo preocupa, dice en forma de chiste: “es una responsabilidad muy grande porque casi que te obliga a cómo a seguir siendo artista”. Agrega que “el libro tiene muchos significados para mí, es un corte en mi vida artística que me permitió parar, revisar lo realizado, replantear, concretar ideas y planear nuevos proyectos”, expresa.
MATEO GARCÍA
Para EL TIEMPO
Medellín