El Principito es único, es uno de los más especiales en la historia de la literatura universal.
“Es muy difícil encontrar un libro en la historia de la humanidad que haya llegado a tanta gente de la manera, casi religiosa, con la que llega El Principito”, afirmó el escritor Luis Fernando Macías durante la presentación de la obra del francés Antonie de Saint Exupéry, que ahora hace parte de Palabras Rodantes, programa del Metro y Comfama.
Macías conversó con el escritor y poeta William Rouge sobre esta creación, una de las más importantes de la literatura universal.
El Principito, que fue publicado en 1943, podría ser un relato, o cuento largo, o una novela corta, pero Rouge afirma que es, sin duda, poesía porque logra tocar a la gente de una manera como solo lo hace la poesía.
Este es un libro para adultos que los niños también pueden leer. O, al revés, es un libro para niños que los adultos también pueden leer. Mejor dicho, es un libro para todos que permite comprender las cosas complejas y sencillas de la vida.

La presentación del libro se realizó en Comfama San Ignacio el pasado miércoles 21 de junio.
Mateo García
“Como poeta pienso que este libro es necesario para volar hacia el corazón del hombre y, precisamente, eso es lo que hace la poesía.
La poesía lo que está buscando es defender el misterio, defender la palabra que se conversa con el otro”, afirma Rouge quien tiene 25 miradas o formas de leer El Principito, pero aclara que pueden ser muchas más, que es relativo para cada lector: un libro que nos invita a obedecer el misterio, un relato de viaje, una guía espiritual sobre la experiencia humana, un encuentro con uno mismo, el encuentro de un hombre grande con el niño que fue o que todavía sigue siendo, una manera de conocer y de comprender el mundo, una manera de preguntar, un libro para motivarse aprender a volar.
“El principito se resume en tres palabras: sencillez, sabiduría y lealtad. Apareció en 1943 en medio de la guerra, acaso para enseñar el amor, la costumbre de atender a lo esencial de la existencia. Su poder de sentimiento y poesía ha alimentado a muchas generaciones de hombres de todas las religiones y todas las culturas. (…) Y quizá porque es el producto de una experiencia numinosa, es muy difícil que el ser humano encuentre un libro tan sencillo, tan sabio y tan universal”, dice un aparte del prólogo.
MATEO GARCÍA
Para EL TIEMPO
Medellín