“Tener un plan ciudadano de lectura, escritura y oralidad significa que Medellín hace una invitación abierta a que todas las personas acepten ejercer su derecho a leer, a escribir y a conversar”.
Así define Juan Carlos Sánchez, subsecretario de Bibliotecas, Lectura y Patrimonio, el nuevo plan educativo y cultural impulsado por la Alcaldía Municipal y la ciudadanía: ‘En Medellín tenemos la palabra’.
Además, se trata de una hoja de ruta y una nueva faceta de la política pública de lectura, escritura y oralidad que es fruto de una construcción colectiva de diferentes actores, agrega el funcionario.
Para el 2017 el plan tendrá la incorporación de la oralidad entre sus novedades.
Otra de las modificaciones, según el vocero, es lograr el reconocimiento ciudadano de las distintas maneras de leer, debido a la trascendencia de los libros a un mundo digital.
“Hoy debemos tener correo electrónico, cuenta en Skype y WhatsApp, estar presentes y participar en las redes sociales, enviar y recibir mensajes de texto y de voz; debemos también saber interpretar los emoticones, saber encontrar información en los motores de búsqueda y, por último, entender términos como blog, nickname o spam”, explica Sánchez.
Este plan, evaluado en el 2015 y reformulado en el 2016, surgió a partir de la necesidad de encontrar modos de hablar y de escuchar, de leer y de escribir que aporten a la consolidación de técnicas para la resolución de conflictos y generar diálogos de paz.
Antes y después del plan“Antes había un Plan Municipal de Lectura y Escritura que aportó muchísimo al desarrollo de la política pública de lectura y escritura, pues sentó las bases del Acuerdo 79 de 2010 y Decreto 0917 de 2011, los cuales le dan a la lectura y a la escritura un valor muy importante como motor de transformación ciudadana”, cuenta el subsecretario.
Además, agrega, que la experiencia con el anterior plan fue positiva pues las bibliotecas públicas recibieron más de dos millones de visitas, la Fiesta del Libro y la Cultura más de 400.000 visitantes y el Fondo Editorial de la Secretaría de Cultura se fortaleció con más de 140 obras.
Para el 2017, la oferta va a cambiar con la integración de un nuevo componente y con nuevas acciones direccionadas a espacios no convencionales y virtuales como las cárceles, hospitales y parques, además, quieren lograr adentrarse a plataformas tecnológicas para ganar más presencia en la ciudad.
Por otro lado, Sánchez, asegura que los beneficiados serán los creadores, editores, libreros, ilustradores, correctores de estilo, editoriales, universidades, librerías y lectores, pues pretenden que el plan llegue a cada uno de forma concreta.
Ejemplo de ello es la entrega de los estímulos y becas a la creación que permiten a los escritores desarrollar sus obras y a los lectores adquirirlas más fácil y a un precio más económico en las librerías.
Según el funcionario, el plan desde su creación se ha pensado para la ciudadanía.
Es por eso, que en la construcción de la oferta del nuevo plan se escucharon, evaluaron e incluyeron las necesidades y deseos de los territorios y los públicos de la región.
Entre las entidades involucradas en la creación, promoción y aplicación del plan se encuentran las empresas privadas y diferentes instituciones como universidades, fundaciones y cajas de compensación familiar.
Asimismo, el sector público y los colectivos ciudadanos también impulsan esta política pública que tiene como objetivo convertirse en un motor trascendental de transformación social y que ahora es una prioridad para la Administración Municipal.
El nuevo movimiento de la lectura, la escritura y la oralidad no entrará en vigencia a partir de una determinada fecha, desde su inicio se le ha dado continuidad y los cambios se irán presentando en el transcurso del año, destaca el subsecretario de Bibliotecas, Lectura y Patrimonio.
Para este cuatrienio, 80.000 millones de pesos serán invertidos para fortalecer la operación de las bibliotecas, los eventos de libros, las convocatorias públicas y, por supuesto, el nuevo Plan de Lectura, Escritura y Oralidad, del que se espera que las personas encuentren en las palabras mejores maneras de vivir.
“Decir que en Medellín tenemos la palabra, significa que le damos la importancia que se merece, porque es una fuerza transformadora y porque las palabras funcionan”, afirma Sánchez.
El proyecto será desarrollado desde el Sistema de Bibliotecas Públicas de Medellín y hace parte de los cambios que anunció la Secretaría de Cultura Ciudadana para el 2017, así como la llegada de dos bibliotecas, una en El Poblado y otra en Nuevo Occidente.
Hanier Anturi Ramírez
Para EL TIEMPO
MEDELLÍN