Por el centro de Medellín transitan al menos un millón 200.000 personas diariamente, según cifras de la Alcaldía; allí se aglomera la mayor cantidad de servicios de la ciudad y tienen parada la mayoría de las rutas de buses del valle de Aburrá.
El centro es el corazón de la ciudad, y, como lo nombró la Alcaldía en su proyecto de intervención, es el barrio de todos.
Es por ello que la Corporación Cívica del Centro (Corpocentro) comenzó una serie de foros ‘Desde el centro: Propuestas para una mejor ciudad’ con el objetivo de discutir sobre varios aspectos. El primero, sobre movilidad y medio ambiente, reunió a expertos en estos temas.
En vista de que el 37 por ciento de las personas que van al centro lo hacen en transporte público, según Lina Velilla, directora seccional de la Federación Nacional de comerciales (Fenalco) Antioquia, buscar soluciones a los problemas de ese medio de transporte es apenas lógico.
Durante el foro se mencionó, por ejemplo, la posibilidad de crear nodos en ciertos puntos del centro para el transporte público motorizado. Desde esos puntos las personas realizarían sus diligencias en la comuna 10 caminando, en bicicleta o usando otras formas de movilización no contaminante.
Esto hará parte de los análisis que deben hacerse para la reorganización de rutas de buses en el centro, una tarea pendiente de Área Metropolitana del valle de Aburrá (Amva) y Transporte Público de Medellín, de la Secretaría de Movilidad.
Viviana Tobón, subdirectora de Movilidad de Amva, destacó lo poco práctico de que casi todos los buses tengan que pasar por el centro, esto implica a veces hasta dos y tres viajes para llegar a un destino pues, por ejemplo, alguien que viaja de Robledo a La Estrella tiene que llegar al centro y tomar otro bus.
Esto implica más congestión vehicular, mayor tiempo de viaje y más emisiones contaminantes, todo en el centro.
La idea de nodos para el transporte público motorizado es compatible, además, con los proyectos de peatonalización de varias vías del centro. Alejandro Restrepo, director de proyectos estratégicos de la Alcaldía, recordó que el plan de renovación integral del centro incluye la peatonalización de 14 cuadras en total. Así, no solo se disminuiría la emisión de contaminantes, sino que se lograrían espacios más agradables, verdes y menos calurosos. Además, según había dicho Federico Gutiérrez, alcalde de Medellín, esto dinamizará el comercio.
Fenalco tiene algunas reservas con retirar el transporte motorizado del centro, aunque no se opone, enfatizó Velilla.
Lo que sugiere este gremio es que se haga de forma escalonada y avisando con suficiente tiempo a los comerciantes, pues proyectos como este pueden obligar a las tiendas a cerrar o disminuir su operación mientras se completan los trabajos.
Por otro lado, a los comerciantes les inquieta que la peatonalización pueda afectar sus ventas, como sucede cuando se decretan días sin carro.
Su precaución no es menor, teniendo en cuenta que en el centro están 20.072 de los 90.000 establecimientos de comercio que hay en todo el valle de Aburrá (excluyendo a Itagüí y Envigado), es decir, el 22 por ciento.
Ante esto, Andrés Díez, investigador del Grupo de Transmisión y Distribución de Energía de la Universidad Pontificia Bolivariana, dijo que sería más adecuado pensar en un No cars, better business (Sin carros, mejores ventas). El investigador citó el ejemplo de los centros comerciales, a los que la gente va a parquear un carro para luego caminar varios kilómetros de locales comerciales.
Otra de las ideas fue tener en cuenta a la energía eléctrica como motor de la movilidad en el centro. Díez explicó los beneficios de que el transporte dentro del centro funcionara con pequeños trolebuses eléctricos, al mejor estilo de los antiguos trolleys de Nueva York (Estados Unidos).
Esos podrían funcionar conectados al cableado eléctrico aéreo y cumplirían un doble propósito: en el día, transportar pasajeros; en la noche, como transporte de carga para llevar suministros a los establecimientos de comercio e incluso para llevar las basuras hasta centros de acopio.
El modelo centro comercial puede combinarse con los trolebuses, así, la gente se estacionaría en lugares fuera del centro y tomaría los buses para llegar al corazón de la ciudad. Lo mismo podría aplicarse a bicicletas.
Aunque todo está por hacer, la primera sesión de ‘Desde el centro: Propuestas para una mejor ciudad’, dejó interesantes ideas, que, de hecho, fueron apuntadas por Restrepo para considerarlas en la planeación del que será el nuevo barrio de todos.
Una de las apuestas desde la Secretaría de Movilidad para mejorar el tránsito vehicular en el centro de Medellín fue la optimización de los tiempos semafóricos en la calle Colombia, entre las carreras 52 y 55.
Al reducir en 70 segundos el tiempo de espera en este corredor vial, pasando de 194 a 124 segundos, se aumentó en un 10 por ciento la velocidad del tráfico vehicular durante el día y se mantienen las intersecciones sin bloqueos.
Por otro lado, se redujo el número de paradas de los vehículos que transitan por ese tramo. Ahora solo se hacen 3.150, esto es 950 menos que sin la intervención semafórica.
Estos cambios no solo mejoran la circulación, también impactan positivamente el medio ambiente, ya que se disminuyen el desperdicio de combustible y las emisiones de monóxido de carbono (CO). Según Área Metropolitana (2013) el CO, en un 98 por ciento emitido por fuentes móviles, representa el 81 por ciento de las toneladas anuales de contaminantes en el aire.
MARÍA ISABEL ORTIZ FONNEGRA
Redactora de EL TIEMPO
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