“El mundo es un libro y aquellos que no viajan solo leen una página”. Más que una frase de Agustín de Hipona, es una realidad que el artista Nelson Correa comenzó a aplicar en su vida.Nel, como se hace llamar artísticamente, no quiere que el libro de su vida sea solo una página o, en su caso, solo un dibujo.
Por eso, este diseñador gráfico de 38 años quiso dejar de plasmar los dibujos que hacía de la ciudad en su cartulina y comenzar a expandir su arte hacia los municipios de Antioquia.
“Vivir por un tiempo en Barcelona me hizo ver las cosas de un modo diferente. Un día me dije que ya que conocí Europa, es tiempo de conocer mi propia región”, contó el artista.
Lo primero que hizo fue formar un grupo llamado Urban Sketchers Medellín en 2016, que comenzó pintando lugares característicos de la ciudad.
Comenzó solo y, según él, ya son casi 100 personas de todas las edades y profesiones las que cada sábado a las tres de la tarde, llevan hojas en blanco que comienzan a llenar de trazos y colores para formar la variedad panorámica de la capital antioqueña.
Ya llevan 80 fines de semana sin dejar de dibujar. Y no paró ahí. Un impulso lo hizo salir de lo grisáceo de lo urbano para llevar su acuarela a lo rural, al pueblo.
Como si se tratase de un propósito de año nuevo, el primer domingo del 2017 Nel se montó en su moto y condujo hasta Santa Fe de Antioquia, en el Occidente del departamento.Se sentó en la plaza municipal, sacó la libreta, la acuarela y comenzó a plasmar lo que veía. A contar con brocha una historia.
“Me di cuenta de que el dibujo atrae. La gente comenzó a llegar con curiosidad y terminaron contándome, con orgullo, la historia del pueblo. Pienso que este proyecto crea identidad. Al final, como agradecimiento por la historia y la información que me dieron, las personas firmaron lo que dibujé”, contó el artista.
El siguiente domingo repitió la iniciativa y, a la fecha, ya lleva 16 municipios visitados y plasmados en dibujo.
Comida, personajes tradicionales, costumbres. Todo hace parte de los dibujos de Nel que buscan resaltar y retratar la cultura paisa.
Puede parecer complejo, pero él lo hace ver sencillo.Su metodología es esta: inmediatamente llega al pueblo, se sienta en el parque central y comienza a dibujar lo que ve.
Una vez allí, explora y reconoce los elementos más destacados que encuentra y organiza sus materiales —acuarelas, papel y rapidógrafos de varios calibres— e inicia sus dibujos los cuales, dice él, no tardan más de 20 minutos.
“No entro en detalles innecesarios sino en lo preciso para llegar a los tonos y con los mínimos trazos y manchas poder contar una historia”, explicó Nel.
Pero lo que comenzó como un impulso terminó como una responsabilidad.
El sábado en Medellín y el domingo en otros municipios de Antioquia, el artista colgaba los trabajos en sus redes sociales.
Pero nunca pensó que aquello fuera a viajar a miles de kilómetros de distancia hasta Europa, donde los organizadores de la feria internacional Carnet de Voyage vieron su trabajo y lo contactaron para que hiciera parte del evento.
“Es un importante certamen donde se reúnen todos los dibujantes de viaje del mundo y comparten sus experiencias. Ellos me vieron y me mandaron la invitación para participar. No había ninguna representación latinoamericana”, contó con orgullo.
Los dibujos que Nel hace tienen una historia de la experiencia del artista y la firma de quienes interactuaron con él
Esneyder Guitiérrez
Su propuesta fue la de los pueblos de Antioquia y aquello lo catapultó aun más, pues según el artista, a los europeos les encantan las montañas, lo verde y los colores de la región latinoamericana. Dicha exposición se realizará a finales de noviembre de este año y aunque sabe que para entonces no llegará a los 125 municipios antioqueños, sí espera abarcar el 30 por ciento.
“Ya tengo garantizada mi participación para los próximos tres años y para entonces espero tener toda Antioquia recorrida y entregarlo por tandas”, indicó.
Sabe el kilometraje que se le viene encima, pues cada vez los pueblos estarán más lejanos y su fiel acompañante de dos ruedas no podrá estar siempre a su lado, como no lo estará cuando viaje a Francia.
Por eso está en búsqueda de patrocinio. Espera que su talento e iniciativa para representar al país, se vea apalancada por el sector público o privado que lo ayuden con los tiquetes, pues la estadía corre por cuenta de la Feria.
“Estoy buscando patrocinio, tocando puertas a ver quién me puede patrocinar el vuelo, de pronto un canje con una aerolínea para que los dibujos se vuelvan un insumo para las revistas que ellos sacan. O también con los privados. Pero ya acepté la presencia en Francia, así sea vendiendo empanadas me toca ir, siento una responsabilidad porque me dicen que no hay presencia latina en la feria”, indicó.
Tiene seis meses para conseguir un vuelo a Francia. Seis meses para seguir conociendo a Antioquia y plasmando la idiosincrasia campesina en una pequeña hoja en blanco, que en noviembre será una carta de invitación para que el continente europeo, aún sin viajar a estas tierras montañosas, lean más de una página del libro de la vida de Nel, que narra los más de 200 años que tiene Antioquia.
David Alejandro Mercado
Redactor de EL TIEMPO
Comentar