A los vehículos que funcionan con gasolina y con gas, les llegó una eficiente solución para mejorar su rendimiento ya sea en lomas o en planos.
Investigadores de la Universidad Eafit, en Medellín, crearon un método para solucionar la alternancia entre el combustible líquido y gaseoso en un vehículo. Se trata de un inyector dual que, de manera computarizada, permite combinar el uso de combustible en estado líquido y gaseoso.
El inyector se puede utilizar con la computadora que viene con el vehículo, para alternar los dos combustibles.
Por ejemplo, el motor que funciona con gas es poco eficiente en las laderas, pero eficiente en planos según los expertos.Así, si el conductor lo desea, podrá cambiar, mientras se encuentra en ascenso, a gasolina.
La investigación estuvo liderada por Adalberto Gabriel Díaz, ingeniero electrónico y profesor de la Universidad Eafit y por Carolina Rivera, ingeniera de diseño y especialista en gerencia de diseño.
Por el invento, ambos investigadores recibieron el mes pasado una patente de Invención para la Creación por parte de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), como referente a la alimentación de los motores con mezclas de combustibles y sobre aparatos para añadir aire secundario a la mezcla con combustible, en función de la presión en el motor.
La obtención de la patente demoró cerca de un año, entre el diseño del inyector y la radicación de la patente, para demostrar la autenticidad del proyecto.
En términos prácticos, el inyector permitirá alternar la combustión de gas a gasolina y viceversa, teniendo en cuenta que los motores se diseñan en función de un solo tipo de combustible.
“Encontramos una necesidad inicial en el medio que son los motores de combustión a gasolina convertidos a gas natural. Un motor, cuando se diseña, se hace dedicado a un tipo de combustibles. Un motor de gasolina no está adecuado para trabajar con gas”, explicó el profesor.
Por esto, habrá un mejor aprovechamiento del combustible porque evitaría el desuso de la gasolina, al combinar las partículas líquidas que quedaron al interior de la cámara de combustión con las de gas.
Así, los dos investigadores diseñaron un inyector que permite ingresar un combustible líquido y otro gaseoso, pero que a su vez se pueda utilizar a través de una operación computarizada y que no deje residuos, desechos o sedimentación en las flautas que puedan dañar el motor.
“Sabiendo esto y aplicando conceptos de ingeniería, estrategia, creatividad e innovación, pensamos en un inyector que se pueda reemplazar fácilmente y al que se le pueda colocar otro ducto de combustible, así como un mecanismo de conductos de un sistema de válvulas que permita cambiar los canales”, explicó Díaz.
Por su parte, Rivera añadió que la importancia del proyecto radica en la posibilidad de usar sistemas multicombustibles.
“La tendencia energética es usar diferentes tipos de energías alternativas. Si lográramos tener en un vehículo varios tipos de energías alternativas, ese sería el ideal”, dijo la ingeniera.
Rivera sostuvo que, desde el punto de vista económico, el inyector ahorraría al consumidor el ensamble de una nueva flauta para unos inyectores que solo funcionan con gas.
“El dispositivo permite mejorar la eficiencia de la quema de combustible y proteger los inyectores, de tal manera que, al dejar de utilizar el combustible líquido, éste no se seque ni obstruya los canales de distribución”, señaló la ingeniera.
Por ahora, los investigadores esperan poder desarrollar el invento a escala industrial.
Sin embargo, esa opción depende de la universidad, puesto que ella es la propietaria de los derechos del inyector.
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