Era una noche normal y John* manejaba el bus que él considera la mejor ruta de Medellín. Dice él que es por la amabilidad de la gente y la tranquilidad del recorrido.
O así era, hasta el pasado sábado 1 de septiembre. Los mismos personajes que horas atrás habían atracado a un compañero suyo, ya lo habían fichado como la próxima víctima.
Todo iba normal, como siempre. Cuando llegó al sector de Bolívar, en el centro de Medellín, notó que en un paradero una señora le puso la mano para que parara.
“Le abro la puerta pero apenas hago eso ella le pasa un bolso a dos muchachos que fueron los que se montaron. Ahí mismito pensé que eso estaba muy ‘maluco’ (sospechoso) y que se podía tratar de un atraco”, cuenta rápidamente, como lamentándose de no hacer más.
Incómodo y sin saber bien qué hacer, siguió su camino hacia el norte. Minutos después, al llegar al sector de Barranquilla con Carabobo se topó con una patrulla de Policía que iba en moto.
Yo le guiñé el ojo y le hice señas tratando de indicarle que llevaba dos personas sospechosas, pero no se percató de eso
“El Policía estaba a mi lado izquierdo. Yo le guiñé el ojo y le hice señas tratando de indicarle que llevaba dos personas sospechosas, pero no se percató de eso”.
De nuevo, otra oportunidad. Metros más adelante, en un semáforo del sector Punto Cero, volvió a ver a los uniformados. “Le hago la seña otra vez al policía, con morisquetas (muecas) y todo pero nada, no acató lo que traté de decirle”.
Los dos sujetos seguían en la parte trasera del bus. Los pasajeros, cada uno en lo suyo, desentendidos de su entorno y sin saber lo que se avecinaba.
El semáforo cambió y John no tuvo más remedio que seguir su marcha hasta llegar al puente de la Minorista, entrando al centro de la ciudad, los dos sospechosos se pararon abruptamente.
Fue muy rápido. Golpearon a un usuario en la frente y comenzaron a intimidarnos y a insultarnos
“Fue muy rápido. Golpearon a un usuario en la frente y comenzaron a intimidarnos y a insultarnos, llevándose las pertenencias. A mí se me llevaron el producido del día (225.000 pesos). Él solo me repetía que le entregara todo y me tocó sacarle lo poquito que traía de más para que no me fuera a disparar”, contó.
El conductor del bus cuenta que a una joven le lastimaron el cuello y, además del celular, se le llevaron dos millones de pesos. Y a otro más, lo dejaron sin quincena.
Irónicamente, en el sector hay una gran presencia policial en este momento, pero de nada le sirvió. “Pensé en hacer coger a esos hp ahí en La Minorista, pero ellos me hicieron mermarle velocidad al carro y ya con eso ‘golearon’ (ganaron)”, expresó.

Pese a que intentó dañar la cámara con el arma, esta siguió grabando el delito.
Cortesía
Esta no es la primera vez que es víctima de los ladrones. Con esta, son tres veces que lo han atracado.
“Hace 8 años me pasó en el sector de Prado (Centro) donde también me robaron el producido, se me llevaron los papeles y me botaron las llaves. Y hace 14 años, cuando recién comencé a trabajar para la empresa Coonatra, también dos jóvenes me robaron el producido”, narra.
Si bien los dos casos del sábado son los únicos ocurridos en los últimos días, la angustia viene de meses atrás. “Desde que hace dos meses quemaron uno de los buses y mataron a uno de los compañeros venimos trabajando con mucha zozobra”.
Asegura que no han podido escaparse del conflicto que vive Medellín. “Es que ellos (los delincuentes) creen que esto es una minita de oro y no es así. Esto produce para medio sostenerse uno, el carro y la empresa”
Reconoce que desde la muerte del conductor el pasado 13 de julio, sí ha sentido más apoyo de la Policía, pero no parece ser suficiente. “Por la ruta de Calasanz sí se ven muchos uniformados, así como en los parqueaderos. ¿Pero qué nos ganamos con la Policía concentrada en un punto y nosotros tan solos por otro sector? Es muy rara la vez que por la Clínica León XIII se ve un Policía".
“Yo sé que nos están ayudando, pero necesitamos de ellos más acompañamiento.
¡Por Dios, es que hay mucha delincuencia en Medellín! también debería haber una especie de código que les diga cuando tenemos un problema, porque hice de todo, para avisarles sin llamar la atención, y nada”, concluye.
MEDELLÍN
Comentar