Satisfacción y deseo de seguir mejorando de la mano de la educación de la ciudad. Esas dos palabras definen el sentimiento de la comunidad educativa del colegio Montessori de Medellín, que hoy está celebrando 40 años de existencia.
El Teatro de la Universidad de Medellín se viste de fiesta para conmemorar, desde las 7 de la noche, una historia de calidad académica derivada de un fuerte énfasis en la formación humana.
Y es que ese es uno de los componentes fundamentales del colegio: formar seres humanos integrales, excelentes ciudadanos que pongan en práctica la responsabilidad social.
“La esencia del colegio es la formación del ser, pensamos que de esta van saliendo grandes fortalezas que permiten lograr los desarrollos académicos, deportivos, sociales y artísticos. Pero, como lo plantea María Montessori (educadora italiana), hay que tocar primero el corazón de los niños”, expresó Myriam Montes Tamayo, rectora de la institución.

En 2008, el colegio ganó el premio ‘Medellín a la Calidad de la Educación’, como Mejor Institución Educativa Privada. Guillermo Ossa / EL TIEMPO
Esta formación incluye el apoyo del colegio y el compromiso de las familias, con miras a que los estudiantes comprendan y pongan en práctica valores como la libertad, la responsabilidad y la autonomía.
Para lograrlo, el proceso empieza en el programa ‘Maternal’, al cual ingresan niños entre los 2 y los 3 años, quienes luego viven una larga trayectoria en el colegio, hasta que cumplen 17. Todo el proceso está basado en el método de Montessori, una educadora italiana que dejó un legado pedagógico que se mantiene vigente en este colegio de Medellín, integrado con otras metodologías educativas.
Desde sus inicios, en 1976, fue el modelo de Montessori lo que motivó a varios padres de familia a crear el colegio, pues no había uno con estas características en Medellín.
Hoy, entrar a los grados de ‘Maternal’, Jardín y Transición es llegar a un mundo mágico donde los niños disfrutan de juegos, dinámicas y todo tipo de materiales que les permiten desarrollar sus habilidades con una libertad guiada por personas adultas.
Algunos pintan, otros juegan a cocinar, unos más hacen llamadas telefónicas imaginarias y los hay quienes arman castillos con piezas de lego. Es un espacio sin barreras, en el cual empiezan a relacionarse con un mundo diferente a sus hogares.
Más adelante, en la medida que avanzan los grados empieza a hacerse énfasis en distintas áreas del conocimiento, sin dejar de lado la formación humana. Robótica, música, arte y deportes son algunas de las actividades que les permiten a los estudiantes desarrollar sus capacidades y definir intereses.
La formación académica del colegio, que es bilingüe y tiene el francés como tercera lengua, está sustentada en los parámetros internacionales de Cambridge, el 93 por ciento de estudiantes, indicó la rectora, se gradúa con titulación de Cambridge, lo que les abre mayores oportunidades de educación en el exterior.
Asimismo, la calidad educativa los ubica en niveles muy superiores en las pruebas de Estado y en el Índice Sintético de la Calidad Educativa definido por el Ministerio de Educación.
Según Jesús Ángel Castro, director de Estudios del colegio, aunque las pruebas son muy importantes, sus resultados son un punto de análisis y reflexión para ser cada vez mejores. “Los estudiantes van adquiriendo la responsabilidad de construir sus aprendizajes”, sostuvo.
Por ello, Nicolás Londoño, representante estudiantil, valora mucho que el colegio les brinde las herramientas para crecer y ser cada vez mejores. “Busca que aprendamos siempre cosas nuevas, pero no solo académicas, sino también en responsabilidad social, en saber tratar al otro y ayudarlo cuando lo necesita”, concluyó.
Premios a la calidad, para compartir con toda la ciudadEn estantes del colegio es posible apreciar los premios y reconocimientos que han recibido a lo largo de los años por la calidad educativa y algunas experiencias pedagógicas significativas.
Sin embargo, la celebración de estos logros trasciende las puertas de la institución, pues cobran mayor valor en el momento en que son compartidas con el sector educativo de la ciudad y el país, en aras del beneficio de más colegios.
“Ganamos varios premios a la calidad educativa: por gestión, excelencia educativa, música, robótica, proyección social, pero con los premios lo más importante es que nos llevan a pensar cómo podemos mejorar y cuáles experiencias tenemos para compartir con la comunidad, cómo vamos a seguir innovando y cómo hacer que les sirva a otros”, explicó Myriam Montes Tamayo, rectora de la institución.

Robótica, Artes, Deportes y Estimulación temprana son las cuatro líneas en las que se enfoca el colegio Montessori. Guillermo Ossa / EL TIEMPO
Para Jesús Castro, director de Estudios del colegio, están comprometidos con la educación de la ciudad, por lo cual son miembros de la Red de gestión para la calidad educativa de Medellín y un nodo de mejoramiento que produce guías y directrices en la ruta de la calidad.
Asimismo, el colegio busca abrirse cada vez más al mundo, por lo cual fue el primero de Medellín en pertenecer al programa ‘Cambridge International Examination’, de la Universidad inglesa de Cambridge.
Gracias a esto, los estudiantes del Montessori participan en una red de más de 6.000 colegios en el mundo y pueden graduarse con un diploma internacional que les permite ingresar a la educación superior en diversos países.
La institución educativa también cuenta con programas de inmersión en colegios de Canadá y Francia, con lo cual no solo se fortalecen los idiomas sino también la cercanía con otras culturas.
Así se promueve la responsabilidad social en el colegioComo parte de la responsabilidad social, una de las mayores apuestas del colegio Montessori, estudiantes, padres de familia y docentes es el estar comprometidos con un trabajo de acompañamiento con la comunidad del barrio Villatina (centroriente de Medellín).
Allí, se adelantan programas de atención a las familias y capacitación a instituciones educativas en modelos pedagógicos y metodologías educativas.
Los estudiantes del Montessori participan en actividades de recreación, salud y educación, así como acompañamiento afectivo a los niños de la zona.
Para Nicolás Londoño, representante estudiantil, este proyecto en el que participan desde el grado noveno es uno de los más hermosos. “Nos da la posibilidad de conocer personas de las cuales se aprende mucho, sabemos que con esta iniciativa las personas se sienten felices, es una gratificación ayudar al otro”, dijo.
Contó, además, que los niños de Villatina visitan el Montessori, participan en jornadas de salud y en salidas por algunos lugares de la ciudad. Asimismo, los estudiantes del grado 11 recogen recursos durante el año para donar una o dos viviendas a familias del sector.
La rectora del colegio agregó que esta es la forma en que la comunidad educativa vive el significado de la responsabilidad que tiene con la sociedad.
Diversas alternativas para los estudiantesEl Colegio Montessori trabaja con base en cuatro líneas: estimulación de los más pequeños, deportes, artística y robótica. De esta forma, los estudiantes tienen opciones de acuerdo con sus intereses y capacidades.
En Robótica son uno de los colegios que más apuestas tiene y que les ha valido varios reconocimientos nacionales e internacionales. Por ello, desde el grado Transición empiezan los semilleros de robótica, un área que perdura hasta los grados superiores.
“Esta área es muy fuerte en el colegio, hay constantes capacitaciones con personal externo y está la posibilidad de asistir a eventos locales, nacionales e internacionales, en los cuales se puede mostrar el conocimiento del Montessori en esta materia”, apuntó Miguel José Álvarez, personero de la institución.
Durante el trabajo que se hace en Robótica, los estudiantes pueden desarrollar competencias de diseño, pensamiento lógico e investigación, ya que se enfrentan a la concepción, la creación, el ensamble y la puesta en funcionamiento de robots. Por ello, hoy esta línea es una de las más importantes y una de las preferidas por los alumnos.
Los deportes también son parte clave del colegio, por lo cual se practican distintas disciplinas. Los deportistas del colegio han participado en competencias municipales, nacionales e internacionales, así como en las que se desarrollan dentro de la institución.
Más allá de la actividad física, estos deportes también permiten formar en la solidaridad, la cooperación, la honestidad y el esfuerzo común para alcanzar las metas. Según la rectora de la institución, alrededor de 550 estudiantes participan en los semilleros deportivos.
Por su lado, las Artes hacen parte de la cotidianidad del colegio. Todos los estudiantes, desde primero hasta undécimo, reciben clases de música.
Para el personero, que hace parte de la orquesta de cuerdas, a cargo del violín, esta es una gran oportunidad para fortalecer los talentos, explicó que hay varios grupos musicales, pero también otros de danza, artística y la exploración de las artes plásticas.
Justo hoy, en la celebración de los 40 años, 350 niños y jóvenes estarán en escena en el Teatro de la Universidad de Medellín y mostrarán todo su talento.
MEDELLÍN
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