Formar personas cuyas actuaciones sean una conjugación entre la inteligencia, la solidaridad y las destrezas. Ciudadanos cabales y seres humanos competentes, que puedan integrar su cerebro, sus manos y su corazón.
Ese es el fin más importante que tiene el Colegio Colombo Británico, de Envigado, y que ha mantenido vivo durante 60 años de existencia.
Para lograrlo, cada día trabajan alrededor de una serie de programas que les han permitido mantener un alto nivel académico que es reconocido en el municipio, el departamento y el país, al tiempo que brindan una formación basada en la autonomía, la responsabilidad y el esfuerzo.
Hoy, el colegio es uno de los primeros 50 del país, el cuarto en Antioquia y el primero en Envigado, en el Índice Sintético de la Calidad Educativa, establecido por el Ministerio de Educación, afirmó Vladimir Zapata Villegas, rector de la institución.
Este año, cuando cumplen seis décadas de haber sido creado por funcionarios del Consulado Británico de Medellín y algunas familias paisas, sienten que tienen mucho que los diferencia de otros colegios del valle de Aburrá.

Aunque el colegio no es bilingüe, tiene énfasis en inglés, es decir, a esta área se le dedica el mayor número de horas por semana. Jaiver Nieto/EL TIEMPO
Para Hiller Hernández Muñoz, coordinador académico, el éxito del Colombo Británico se debe a que el modelo educativo apunta a una real formación integral. “Nuestro modelo se sustenta en dos grandes escuelas, la escuela activa y la escuela de desarrollo humano, buscamos integrar una alta exigencia académica con una alta formación humana”, explicó.
Por eso, una de las actividades más importantes del colegio es el trabajo con el modelo de las Naciones Unidas, el cual les permite a los estudiantes conocer, comprender y buscar soluciones a los grandes problemas del mundo, relacionados con conflictos armados, pobreza y medio ambiente, entre otros.
Jóvenes de los grados octavo a undécimo preparan distintos temas y los discuten, tal como se hace en la vida real en la ONU. Invitan a otras instituciones educativas del valle de Aburrá e, incluso, se han desplazado a otras ciudades para adelantar los debates.
Como resultado, han surgido varios líderes y se mantienen posturas sobre temas vitales, tanto del mundo como de Colombia. Este año se cumple la séptima versión de la iniciativa.
“El evento que más apogeo está teniendo en este momento es el modelo de las Naciones Unidas, por ejemplo, hace un tiempo nos destacamos en la Universidad de los Andes, como la mejor delegación pequeña”, sostuvo José Manuel Buitrago, representante de los estudiantes.
Para que los casi 1.800 estudiantes que hacen parte del colegio puedan desarrollar todas sus capacidades, el Colombo Británico también mantiene abierto el Centro de Habilidades Picasso, un espacio de educación inclusiva, en el que se trabaja con los estudiantes que presentan necesidades especiales de aprendizaje.
Según el rector, se han detectado alrededor de 250 casos de niños con déficit de atención, seis casos relacionados con autismo y algunos de dificultades del lenguaje. Gracias a su paso por el centro de habilidades, el 99 por ciento de ellos va ganando el año.

Los deportes también son uno de los puntos fuertes del Colombo Británico. Jaiver Nieto/EL TIEMPO
El modelo de inclusión se vive también en las aulas de clase y en todos los entornos del colegio, pues se fomenta el respeto por el otro, por encima de las diferencias.
Solidaridad, uno de los pilaresPara lograr una formación integral, los estudiantes también se vinculan en programas sociales basados en la solidaridad. Hace 10 años, la institución educativa trabaja de la mano de un banco de alimentos de la ciudad.
Anualmente hacen un banquete y el dinero que recogen lo han invertido en la construcción de un templo comedor, en Altos de la Cruz, en el nororiente de Medellín.
Allí, niños y ancianos de escasos recursos económicos tienen un espacio para desayunar, almorzar y tomar una merienda, así como para acudir al templo. Además, alrededor de este construyeron salones que hacen las veces de talleres de bicicletas, carpinterías y salas de computadores.
“Todos los profesionales que trabajamos acá dedicamos unas horas para brindarles formación a las personas de esa zona”, aseguró Zapata, y dijo que estudiantes del colegio visitan el barrio y comparten con sus habitantes.
Asimismo se unieron a la estrategia ‘Un techo para mi país’ y han logrado la construcción de tres viviendas anuales. Los estudiantes van a barrios como Santo Domingo Savio o Popular para conocer las necesidades de las personas y determinan quién requiere con más urgencia una casa.
Para octubre planearon construir dos viviendas, por lo cual tienen el reto de recolectar entre todos 20.000 monedas de 200 pesos, para sumar recursos.
Hay además, un club juvenil que cada 15 días va a una residencia de niños de escasos recursos, para jugar con ellos, ayudarles con sus tareas escolares y llevarles alimentos.
Este legado permanece en los estudiantes por siempre, muchos egresados, incluso, eligen el colegio para la formación de sus hijos. Por eso, para Julián Jaramillo, personero del colegio, la formación que el colegio les brinda hace que no se pueda ver como una carga asistir a clases.
Así han celebrado seis décadas de existenciaPara la conmemoración de los 60 años del colegio se han realizado distintas actividades. Se inició en noviembre del año pasado con un ‘stand up comedy’ dirigido a los padres de familia, en el cual con mucho humor trataron el tema del maltrato doméstico y su reflejo en niños y jóvenes.
Para los estudiantes, han invitado a personajes inspiradores que les cuentan sus experiencias de vida profesional y personal. Con ellos estuvo el alpinista Nelson Cardona, quien logró escalar el monte Everest con una prótesis en su pierna.
También contaron con la presencia de la historiadora Diana Uribe, que presentó a tres grandes personajes y los vinculó con la lucha para culminar las guerras y empezar a construir la paz: Winston Churchill, Mahatma Gandhi y Nelson Mandela.
La música también tuvo cabida, con la Red de Escuelas de Música que estuvo en julio en la institución. Por su lado, para los más pequeños llevaron un pediatra que a la vez es mago y no solo los divirtió con actos de magia sino que también les enseñó sobre autocuidado.
“Es importante que estas personas, que han recorrido un camino personal y profesional, aporten su experiencia porque eso impacta a los jóvenes y los niños. La información que está consignada en libros es estimulante, pero ver a una persona en vivo y en directo contando cómo salió adelante y logró superar vicisitudes es una gran experiencia de vida y lleva más fácilmente a la transformación”, expresó el rector Vladimir Zapata Villegas.
Por ello, tienen planeado invitar a otros personajes inspiradores, como el científico colombiano que adelanta sus investigaciones en Brasil y les contará qué haría él si fuera bachiller, para lograr convertirse en el profesional que es en la actualidad.
El aniversario número 60 del colegio también fue conmemorado con dos reconocimientos otorgados por la Alcaldía y el Concejo de Envigado, con el cual exaltan la labor educativa que han cumplido por años.
Y es que el colegio ha permanecido 57 años en este municipio, si bien, los tres primeros estuvo ubicado en Medellín.
“El colegio nació a unos 20 metros de la Placita de Flórez, después se trasladó al frente de la Cámara del Comercio de El Poblado, ahí estuvo dos años y después se trasladó para Envigado”, relató Zapata.
Agregó que ha sido mixto desde entonces y dejó de ser bilingüe hacia 1967, aunque hoy en día tiene énfasis en inglés, por lo cual se dedican más horas académicas a esta área y, de 115 docentes de tiempo completo que hay en el colegio, 44 enseñan este idioma.
Según Luis Antonio Restrepo, docente de educación física que lleva 38 años en el colegio, este se diferencia de otros por la calidad académica y la convivencia especial y respetuosa que une a los alumnos.
Lo mismo piensa el representante de los estudiantes, José Manuel Buitrago, para quien una persona que estudia en el Colombo Británico se caracteriza por perseverar y buscar ir siempre un paso adelante.
MEDELLÍN