Con una cartera de 50.000 millones de pesos, el Hospital Marco Fidel Suárez (HMFS) de Bello se ha visto obligado a cerrar hasta un 70 por ciento de sus servicios.
Así, a la salida de 60 especialistas la semana pasada, por falta de pagos, el pasado martes se sumaron las manifestaciones de personal médico y administrativo al que se le suspendieron contratos.
Según Alberto Aristizábal, gerente del hospital, fueron en total 200 personas las que se quedaron sin empleo.
“Con el retiro de los 60 especialistas de la semana pasada, se tuvieron que reducir algunos procesos de apoyo asistencial y administrativo”, sostuvo, y agregó que la disposición no fue por voluntad de la clínica sino por obligación.
Los casi 200 empleados estaban contratados por medio de una cooperativa que no les informó a tiempo la situación, pese a que el hospital la notificó casi un mes antes.
Aristizábal añadió que la situación se agrava cada vez más. Tanto, que de 300 camas que tenían habilitadas para la atención de pacientes, solo quedan 50 en este momento.
Actualmente, se están garantizando los servicios de urgencias, cirugía general, ginecología, pediatría y anestesiología. Hay 12 especialistas de planta que mantienen labores.
Debido a la crisis que vive el HMFS, también se cerraron los servicios en la sede de Niquía, donde funcionaba una unidad de Pediatría que atendía alrededor de 100 urgencias diarias y tenía hospitalizados a 70 niños, aproximadamente.
El gerente hizo un llamado a las EPS para que se pongan al día con sus obligaciones, pues la mitad de la cartera vencida corresponde a más de un año, un servicio prestado está siendo pagado casi nueve meses después.
“Este hospital es muy importante, porque atiende unas 10.000 personas al mes”, dijo.
Las EPS que más deudas tienen con el hospital de Bello son Savia Salud ($12.000 millones), Nueva EPS ($7.500 millones), Coomeva ($6.000 millones), Caprecom, (5.000 millones) y Saludcoop (4.200).
MEDELLÍN
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