Tras el cierre preventivo de la vía Medellín-Bogotá, a la altura del kilómetro 14, Devimed, concesión encargada del mantenimiento y la administración de la autopista, informó que el cierre del pasado miércoles se ordenó debido a la inestabilidad que presentaba el terreno.
Según un comunicado de la entidad, el suelo está totalmente fisurado y el tamaño del deslizamiento es de aproximadamente 50.000 metros cúbicos, situación que es consecuencia “del mal manejo y la falta de técnica en los sistemas de conducción de agua de un acueducto veredal en jurisdicción de Copacabana”.
Frente a este tema, Gilberto Quintero, secretario de Infraestructura de Antioquia, manifestó que el problema se generó por una serie de mangueras que hay en esa zona, pertenecientes a un acueducto que presta servicios de agua a viviendas del sector, lo que ha generado grietas y desplazamientos de tierra.
Para Óscar Alberto Restrepo, alcalde de Copacabana, es apresurado decir que la causa del incidente sea el acueducto. Explicó que la comunidad que habita en la zona ha captado agua toda la vida a través de mangueras y que si hubiera alguna fuga del líquido, se notaría de inmediato en el tanque de recolección, lo cual no sucedió.
“Espero que los expertos den un concepto, porque es una montaña que históricamente ha presentado problemas geológicos (...). Ya se han registrado varios deslizamientos ocasionales o temporales, pero no de esa magnitud”, añadió.
El mandatario local también indicó que la montaña aún continúa en movimiento, por lo que se estima que entre 25 y 30 familias de los alrededores tendrán que ser evacuadas.
Sobre la reapertura de la vía, que ya tenía cuatro carriles tapados con rocas y lodo, no se tiene una fecha exacta, pues el terreno está inestable.
De acuerdo con Quintero, hay personal que está estudiando la forma como puede solucionarse el problema. La idea inicial es llevar maquinaria hasta lo alto de la montaña para evacuar el material.
Sin embargo, primero deben hacer la declaratoria de emergencia, para poder acceder con equipos a predios de particulares.
“La autopista Medellín-Bogotá ha presentado dificultades desde hace muchos años, es una zona donde llueve mucho. En términos generales, en muchos sectores de su recorrido se han presentado dificultades de desplazamientos de masas y deslizamientos”, anotó Quintero.
La situación es compleja si se tiene en cuenta la temporada de fin de año, que incrementa el número de viajeros. Por ello se dispusieron Las Palmas, Santa Elena y El Escobero como vías alternas.
HEIDI TAMAYO ORTIZ
Redactor EL TIEMPO
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