Más allá de ser uno de los pueblos patrimonios de Colombia y considerado ‘el más hermoso de Antioquia’ por su arquitectura y panorámica, el municipio de Jardín (suroeste antioqueño) se ha proyectado como un potencial destino turístico de naturaleza.
Según la Secretaría de Turismo del municipio, el ecoturismo ha tenido un auge continuado desde los últimos cuatro años generando una ocupación hotelera hasta del 100 por ciento en los picos altos, con una llegada de más de 3.000 personas.
El principal referente son las cuevas del Esplendor, una caída de agua en cascada sobre una abertura hecha por el tiempo en una cueva, que ofrece un espectáculo único en el país.
Pero esa concurrencia de visitantes, está poniendo en riesgo la belleza natural de Jardín, llegando al punto al que, debido al descontrol en el número de visitantes, ya nadie puede apreciar el esplendor de dicha cueva. Desde octubre del año pasado permanece cerrada.
Jhon Jairo Rendón, secretario de Turismo de Jardín, contó que se trató de un tema concertado, socializado y acordado entre los dueños de los predios donde están las cuevas, la Alcaldía y Corantioquia.
“Los propietarios estaban preocupados por la carga turística y el turismo irresponsable que allí se estaba desarrollando y que estaba poniendo en riesgo a los ecosistemas de la zona”, indicó Rendón.
Los propietarios estaban preocupados por la carga turística y el turismo irresponsable que allí se estaba desarrollando y que estaba poniendo en riesgo a los ecosistemas de la zona.
Por eso, indicó que se acordó con Corantioquia realizar un estudio de carga que determine cuántas personas por día pueden visitar el atractivo turístico.
“Dependiendo del resultado de ese estudio y las observaciones que realice la Corporación se volverá a poner en operación la cueva. Se está pensando en un macroproyecto bandera de la región pues se piensa como un atractivo turístico en un sitio protegido”, agregó el funcionario.
Según un guardabosques de la zona, que prefirió omitir su nombre, a las cuevas podían llegar grupos hasta de 100 personas simultáneamente lo que comenzó a generar problemas de contaminación y afectación en las especies.
Jardín cuenta con otros lugares, como las cascadas Escalera en los que también se puede practicar deportes como Rapel.
Alejandro Mercado/ ETCE
“La mayoría de personas que llegan son extranjeros, y no lo hacen con guías turísticos sino que llegan con un GPS y por su propia cuenta, generando contaminación en los afluentes que surten la red de acueducto de muchas veredas de la zona”, contó.
Añadió que se han percatado cómo, desde el cierre las cuevas, cierta fauna y flora ha regresado a la zona. El reto, para el secretario de Turismo es lograr un equilibrio entre lo turístico y lo ambiental.
“Tenemos una certificación como municipio sostenible. Le vamos a dar muy duro a la protección del medio ambiente porque más del 50 por ciento del territorio de Jardín es Distrito de Manejo Integrado (DMI), es decir, áreas protegidas, reserva natural y es fundamental la protección de los recursos naturales”, dijo Rendón.
Y para lograrlo, deben combatir la informalidad que hay en el municipio. Según la dependencia, hay 27 hoteles avalados por la secretaría de Turismo y tienen el Registro Nacional de Turismo. Sobre los informales, el funcionario calculó cerca de 50 establecimientos, pero podrían ser más.
“La Policía de Turismo ha estado trabajando en la ubicación de esos hoteles que no están formalizados. Pero ha venido decreciendo porque están haciendo la tarea en formalizarse”, precisó el secretario.
La Policía de Turismo ha estado trabajando en la ubicación de los hoteles no formalizados.
De otro lado, los operadores turísticos han tenido que buscar lugares alternativos para ofrecer iguales o mejores experiencias para mitigar la afectación económica que les ha dejado el cierre de las cuevas del Esplendor.
Juan Rodrigo Piedrahita, gerente del hotel Jardín es Tuyo, indicó que lugares como Salto Ángel, la caverna de los Guácharos o cascadas Escalera son opciones donde se pueden armar tours ecológicos que van desde 40.000 hasta 180.000 pesos.
“Lo más importante es que son con guías certificados y las personas cuentan con un seguro para mayor tranquilidad”, indicó Piedrahita, quien agregó que el esplendor de Jardín va mucho más allá de unas cuevas.
DAVID ALEJANDRO MERCADO
Redactor de EL TIEMPO
MEDELLÍN
