Por lo menos 51 reclusos del patio C de la cárcel El Pedregal de Medellín presentaron síntomas de intoxicación, al parecer por el consumo de unos perros calientes que fueron vendidos a familiares de los presos en el centro penitenciario durante la visita del pasado domingo.
Así lo denunció Jorge Carmona, integrante de la Mesa de Derechos Humanos del Valle de Aburrá y defensor de los presos, quien explicó que niños y madres también resultaron perjudicados y que fueron atendidos en centros asistenciales de la ciudad.
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El defensor aseguró que tras hacer la alerta temprana, la Personería de Medellín y la Subsecretaría Derechos Humanos de la Alcaldía hicieron presencia en el centro carcelario para verificar los hechos y atender a los internos.
Carlos Arcila, subsecretario de Derechos Humanos, explicó que la emergencia se controló a tiempo y que se investigan las causas de la intoxicación, por lo que enviaron al laboratorio muestras de los perros calientes que consumieron los internos para determinar si contenían algún alimento vencido o alterado.
El funcionario dijo que se está verificando en cuáles centros asistenciales atendieron los familiares de los reclusos que también resultaron afectados para hacerles seguimiento de su salud.
Pablo Yamid Ramírez, director encargado del Inpec en Antioquia, dijo que los internos presentaron síntomas de diarrea y vómito y aclaró que ninguno se complicó y que ahora están bien de salud.
Sin embargo, expertos tomaron muestras de los alimentos para determinar las causas de la intoxicación.
Según el director, verificaron la fecha de vencimiento y ninguno de los ingredientes con los que prepararon los perros calientes –un proyecto productivo al interior de la cárcel– había caducado.
MEDELLÍN
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