A la capital antioqueña ya llegaron los 160 hombres del Batallón de Operaciones Especiales del Ejército, entrenados para la guerra, que combatirán el crimen organizado en las periferias de la ciudad.
El secretario de Seguridad de Medellín, Gustavo Villegas, contó que el primer golpe de la unidad militar fue la captura de siete integrantes de ‘La Terraza’, organización que se conformó en los 90, de la mano de ‘Don Berna’, dedicada al fleteo, sicariato, extorsión y venta de drogas.
Los soldados arribaron a la ciudad, luego de ser entrenados con duras jornadas durante tres meses en la base militar de Tolemaida (Cundinamarca) para especializarse en operaciones nocturnas, misiones de alto riesgo, rastreo, tiro, en combatir el terrorismo e intervenir en enfrentamientos entre bandas criminales.
El nuevo batallón fue anunciado, en junio pasado por el Alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, quien dijo que el grupo ayudará a reducir la cifra de homicidios y tendrá como prioridad intervenir las comunas Castilla y Robledo (noroccidente), en las cuales se registran las más altas tasas de muertes violentas y hay mayores niveles de enfrentamientos entre delincuentes.
Sin embargo, Max Yuri Gil, sociólogo y experto en violencia urbana, explicó que el nuevo batallón es innecesario porque en Medellín no hay ningún grupo armado que se enfrente al Estado, salvo en cualquier condición circunstancial o en un encontrón.
En lo que coincidió Jorge Giraldo, decano de Ciencias y Humanidades de la Universidad Eafit, al asegurar que el grupo del Ejército es una equivocación porque la situación de orden público de la ciudad necesita más inteligencia que fuerza.
“El accionar militar se requirió cuando en Medellín había presencia de guerrilleros y paramilitares, pero esa estrategia no aplica ni siquiera para milicias urbanas”, resaltó Giraldo.
El decano añadió que la militarización en Medellín en los años 90 y en el 2002 fue criticada, pero justificable, mientras hoy no lo es. La tasa actual es de 20 homicidios por cada 100.000 habitantes, más baja que la de Manizales y Barranquilla.
La capital paisa tuvo fuerzas especiales durante la Operación Orión, acción militar desarrollada entre el 16 y el 17 de octubre de 2002, para expulsar a las guerrillas urbanas, que sostenían enfrentamientos en la comuna 13, con el bloque Cacique Nutibara de las Auc.
A Gil le preocupa que se repita la historia, porque la militarización de esa época dejó una alta cifra de violaciones de derechos humanos y hubo alianzas con el mundo criminal.
El sociólogo afirmó que a pesar de que el batallón combatirá estructuras muy poderosas y antiguas como ‘La Terraza’, esa estrategia es un error por principios de la defensa de los derechos humanos y del funcionamiento de la institucionalidad.
De acuerdo con el secretario de Seguridad, casi el 50 por ciento de los homicidios son causados por bandas criminales. Por ello, el grupo especial deberá enfrentar 17 organizaciones criminales que integran 120 combos, según la Dirección de Fiscalía contra el Crimen Organizado.
No obstante, Gil explicó que los índices de violencia son principalmente por ajustes de cuentas y convivencia ciudadana. Por eso, advirtió que el batallón no es la solución, que se necesita transformación cultural y presencia de la Policía.
Contrario a esa posición, Fernando Quijano, analista e investigador del conflicto urbano, afirmó que el grupo militar será necesario para combatir a las bandas criminales, porque una vez se desmovilicen los guerrilleros de las Farc, habrá que recuperar la seguridad de las ciudades.
Sin embargo, espera que el batallón respete los derechos de los ciudadanos e implemente protocolos para el accionar. “No podrán disparar indiscriminadamente las armas largas”, dijo.
Articulación, la claveEl gobernador de Antioquia, Luis Pérez, quien propuso esta estrategia militar en zonas urbanas, afirmó que la clave es la articulación, así como la permanencia del batallón en la ciudad porque otras veces se ha implementado, pero de forma temporal.
En lo que coincidió el secretario de Seguridad, al explicar que esa articulación hizo exitosa la primera misión: la captura de los miembros de ‘La Terraza’.
Sin embargo, el funcionario no dio más detalles sobre el grupo especial, el Ejército tampoco lo hizo, ni se pronunció ante las críticas de los expertos.
La idea, contó el gobernador, surgió porque en Río de Janeiro esos batallones especiales pacificaron las favelas, pues en la ciudad brasilera, al igual que en Medellín, las cifras de homicidios se dispararon por enfrentamientos entre miembros del crimen organizado.
En el caso de Río de Janeiro, agregó Pérez, el entrenamiento especial que tuvieron los soldados, los hizo capaces de resolver conflictos que la policía convencional no podía. “Tenemos esa experiencia positiva y queremos aplicarla en el país para que el Ejército no se aleje de la seguridad urbana”.
Por ello, el mandatario quiere llevar la estrategia a otras regiones de Antioquia. “Los militares llegarán no solo bien entrenados sino con armamento de alta tecnología y novedades como pequeñas cámaras incorporadas en sus uniformes para grabar todos los operativos”, describió.
Pérez detalló que la labor de los soldados no será rutinaria, estarán en las misiones más complejas y peligrosas, entre ellas, enfrentamientos de combos, operativos en casas de tortura y laboratorios de coca, así como rescatar niñas de redes de explotación sexual, capturar a cabecillas y desmantelar grupos criminales.
“Los militares trabajarán en investigaciones de la mano con la Fiscalía y la Policía. Cada vez que sea necesario, saldrán con sus uniformes y fusiles a enfrentar dificultades especiales en zonas periféricas de la ciudad”, concluyó el gobernador.
DEICY JOHANA PAREJA M.
Redactora de EL TIEMPO
En Twitter: @johapareja
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