En la capital antioqueña, más de la mitad de las muertes violentas se atribuye a las bandas criminales que se enfrentan en los barrios periféricos por el botín de extorsiones, microtráfico y hurtos.
De acuerdo con cifras del Sistema de Información para la Seguridad y Convivencia, de los 520 asesinatos que se han registrado en lo corrido del año en Medellín, 305 son atribuidos a bandas criminales. Lo que representa el 58 por ciento.
El año pasado, en ese mismo periodo, se registraron en la ciudad 498 asesinatos, de los cuales, 270 fueron causados por enfrentamientos entre estos grupos armados.
El vicepresidente de la República, general retirado, Óscar Naranjo, confirmó que el incremento de asesinatos, que este año tiene un alza del 4,4 por ciento, se debe a enfrentamientos entre estructuras criminales, a causa de los reacomodos por los operativos, estrategias y resultados de las autoridades.
La ciudad no volvería a ingresar a la lista de las 50 ciudades más peligrosas del mundo
El funcionario aclaró que pese a ese incremento, no se afectará la tendencia de reducción histórica que ha tenido Medellín en las últimas dos décadas.
En ese tiempo, la ciudad logró salir de la lista de las 50 ciudades más violentas del mundo y pasó de ser la capital más peligrosa a ser modelo en reducción de homicidios.
Medellín lleva dos años consecutivos por fuera de la lista negra del escalafón anual del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal de México, uno de los referentes mundiales en estadísticas de muertes violentas.
“La ciudad no volvería a ingresar a la lista de las 50 ciudades más peligrosas del mundo. La situación coyuntural de este año, corresponde a la presión que ha hecho la Alcaldía, la Fiscalía y Policía para someter a algunos delincuentes que se creían por fuera del radar de la justicia”, agregó Naranjo.
Estimamos que aquí no hay organización que pueda poner en jaque a la institucionalidad ni amenazar a los ciudadanos
Jorge Giraldo, decano de la Escuela de Ciencias y Humanidades de la Universidad Eafit y analista del conflicto urbano, dijo que la principal causa de homicidios en los últimos 25 años ha sido el crimen organizado, pero con la diferencia de que en la actualidad las bandas son menos peligrosas que las de los años 90, en la época del cartel de Medellín e, incluso, en los tiempos de ‘Valenciano’ y ‘Sebastián’, exjefes de la ‘oficina de Envigado’.
En los tiempos de Escobar y en la época de confrontación entre guerrilleros y paramilitares, entre los 90 y el 2003, en la ciudad había sectores donde la Policía no podía ingresar, hoy reportan que llegan a todos los rincones.
“Estimamos que aquí no hay organización que pueda poner en jaque a la institucionalidad ni amenazar a los ciudadanos”, concluyó Naranjo.
Del total de homicidios que se han registrado en Medellín en lo corrido del año, el 15 por ciento, 81 casos, corresponde a problemas de convivencia e intolerancia.
De hecho, la Personería de Medellín ha alertado porque en los barrios se mata por pedirle al vecino que le baje el volumen a la música, por decirle que recoja la basura o el excremento del perro.
Para el personero Guillermo Durán los problemas de convivencia se debe a que por muchos años, las personas se acostumbraron a solucionar conflictos a los golpes, incluso problemas de tránsito, entre vecinos y deudas.
“Durante casi 50 años no hubo un código de Policía que regulara los comportamientos, que controlara los excesos de consumo de drogas y de alcohol en la vía pública, así como el alto volumen de la música. El código que teníamos era de 1970. Había un vacío en la ciudad y en el país”, recalcó.
Esos 83 casos de convivencia deben estar en la mira de las autoridades, porque si bien la mayoría de homicidios correspondan a bandas criminales, la intolerancia también pone muchos muertos.
En 1991, en Medellín se registraron 7.273 asesinatos, una tasa de 266 homicidios por cada 100.000 habitantes, el lapso más violento de su historia. Hoy esa cifra es de 19 por cada 100.000 habitantes.
Aunque hoy no hay estructuras tan peligrosas como las de los años 90, según cálculos de la Alcaldía, Medellín tiene 10 estructuras criminales que suman unos 200 combos.
En la ciudad hay más de 7.000 policías, 1.100 cámaras de seguridad y a diferencia de los años 90, los policías pueden recorrer todas las comunas.
Deicy Johana Pareja M.
Redactora de EL TIEMPO
En Twitter: @Johapareja