Hace unos años era difícil imaginar, por todo el ajetreo que este conlleva, que una persona en condición de discapacidad pudiera asumir uno de los cargos más importantes en el Carnaval de Barranquilla: ser rey. Pero Samuel Martínez Alcázar
rompió esta creencia que era casi un paradigma y se coronó como rey del Carnaval de los Niños 2018, empezando así un reinado por la inclusión y la ‘bacanería’.
‘Sammy Quillero’, como lo conocen en la escena artística, nació hace 11 años con el síndrome de Peters, un error congénito que se presenta en una persona por cada millón y afecta el desarrollo del globo ocular; ocurre entre las semanas 10 a 16 de gestación y produce baja visión. En el caso de Sammy, las células que tenían la tarea de formar la estructura de sus ojos se retiraron en la semana siete sin haber culminado su misión. Entonces, a partir de la discapacidad visual que experimentó
de nacimiento, Sammy encontró en los sonidos una forma de ver la vida. “Al principio
eran sonidos variados, sonidos de animales, de instrumentos musicales, todo lo que generaba sonido despertaba su interés, por ejemplo, sus libros tienen que ser con sonido, los juguetes tenían que tener sonidos, los cuales no eran tan fáciles de conseguir porque en el mercado había pocas posibilidades y él las agotó rápidamente”, cuenta Alberto Martínez Monterrosa, su papá.
La naturaleza le negó la vista pero, en cambio, le agudizó el sentido del oído, tanto así que llegó a desarrollar oído absoluto, una condición que permite a su portador identificar o reconocer un estímulo auditivo aislado sin ninguna nota musical de referencia externa. Palabras más, palabras menos, Sammy puede reproducir perfectamente una canción jamás tocada anteriormente en un instrumento musical, sin necesidad de leerla en una partitura, solo memorizándola una vez. Pero su curiosidad por los sonidos lo llevaría más allá, lo llevaría al popular barrio Las Nieves
de Barranquilla donde se enamoró del pick up y de la posibilidad que tenía este aparato de poner música a todo volumen a discreción del DJ. Así fue como en el 2014 el niño Dios lo sorprendería con un pick up que marcaría su camino a presidir las carnestolendas con altura. Además grabó la que fue la canción del Carnaval de los Niños, con respecto a esta experiencia Sammy cuenta que “se llama El vacile y es un homenaje a la champeta africana, a la música urbana y al Mundial”.
Así como Samuel, el 15 por ciento de la población mundial está conformada por personas con discapacidad y de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) se estima que dicha proporción está en aumento. Por tal razón, los avances en
esa materia toman una importancia inimaginable, no solo en el ámbito cultural y social, en donde empiezan a ser más visibles los ejemplos de inclusión, sino en el laboral y en el estructural, ambos indispensables para facilitar la vida a esta población.
Colombia tiene un marco legal y normativo muy exigente en esta materia, lo que hace
que los constructores estén encaminados a cumplir la norma de accesibilidad. Este concepto se refiere a la creación de espacios, entornos y lugares dignos para el uso de toda la comunidad, no solo para las personas con discapacidad, sino también para adultos mayores, mujeres en estado de gestación, personas de talla baja, etc.
Al respecto, Federico Cardona Pabón, arquitecto y presidente del Consejo Iberoamericano de Diseño, Ciudad y Construcción Accesible (Cidcca), explica que el país aún tiene un nivel de rezago en comparación con países Latinoamericanos
ya que “esta accesibilidad universal se requiere en el transporte, en los parques, en las vías, en los andenes, en los edificios y en el servicio”.
La Costa, continúa el experto, ha venido desarrollando una serie de puntos estratégicos de acuerdo con las gestiones de cada municipio, de cada alcaldía y de cada gobernación, pero “no podemos hablar de toda la Costa como una región sólida en materia de accesibilidad
sino de temas puntuales. En otras ciudades no se ha dado con tanto impulso, tal vez por temas económicos, pero ya se está requiriendo en Cartagena, por ejemplo, la necesidad de que el centro histórico cuente con criterios de accesibilidad porque esto va a permitir que el turismo accesible vea a la ciudad como un lugar más atractivo”,
agrega.
Y es que las ciudades costeñas están empezando a implementar esto en algunas de las nuevas edificaciones que se están desarrollando, pero es preciso adaptar también las existentes para lograr una inclusión real y no parcializada. Teniendo en cuenta lo anterior, Cidcca ha brindado asesoría a constructoras y alcaldías en la implementación de este concepto, con el fin de levantar construcciones amigables con todos los ciudadanos.
En este punto, Barranquilla, en comparación con las otras ciudades principales de la Costa, lleva la batuta con edificaciones como el edificio Muvdi, el megacolegio Villas de San Pablo, los nuevos escenarios deportivos entre los que están el estadio Moderno y el parque de Raquetas; los nuevos parques que se han habilitado en la ciudad como el Bicentenario, entre otros.
Mientras que los proyectos que cuentan con arquitectura y diseño universal, implementado de la mano de Cidcca, son: en Cartagena, el Centro de Integración
Ciudadana; en San Andrés, el centro cultural del Banco de la República; y la Institución Educativa Altos de la Sabana en Sincelejo.
La libre circulación por la ciudad en el transporte público es un derecho de todos los ciudadanos, sin importar su condición. Así pues, el Sistema Integrado de Transporte Masivo de Barranquilla (Transmetro) cuenta con un mecanismo de ascensores en los buses, lugar preferencial para silla de ruedas, además de espacios accesibles para el ingreso y salida de las estaciones, todo con el fin de facilitar la movilización de
personas con discapacidad o con movilidad reducida.
De acuerdo con la entidad, la política de inclusión se evidencia en las más de 250 personas en silla de ruedas que se movilizan mensualmente en el sistema. Desde el 2010, Transmetro ha registrado 119.698 entradas de personas con tarjetas de movilidad reducida.
De igual manera, desde el pasado primero de junio, las 17 estaciones del sistema masivo cuentan con la presencia de 65 guías, contratados a través de la Asociación Colombia Intergeneracional, como parte del programa
SúbeT, para apoyar en la promoción de la Cultura Transmetro y la orientación a los
usuarios sobre cómo utilizar mejor el sistema. De este grupo de orientadores forman parte cuatro personas con discapacidad, tres de ellas en silla de ruedas y una con discapacidad auditiva.
Asimismo, en enero pasado, las estaciones y buses del sistema fueron escenario de la campaña de Fundown Caribe llamada #BuenaEsa, en la cual se socializó con los usuarios de Transmetro el trascendental mensaje de que la accesibilidad
es un derecho de todos los ciudadanos, independiente de las diferencias. A través de una jocosa puesta en escena se hizo énfasis en la importancia de respetar
a las personas con discapacidad, cediéndoles las sillas, dándoles prioridad en las filas y ofreciéndoles ayuda en caso de que la necesiten.
Pensando en las dificultades que enfrentan las personas con discapacidad, la Secretaría de Participación y Desarrollo Social de Cartagena, mediante el grupo de trabajo de Política Pública Integradora de Inclusión Social que hace parte del Programa de Discapacidad, desarrolló una plataforma participativa y de
concientización para conocer y dar soluciones a estas problemáticas.
En la mesa de trabajo participaron diferentes entes gubernamentales quienes socializaron algunos los puntos de reflexión, percepción y solución a los aspectos o
elementos relevantes en el cumplimiento de las metas de la política pública de
discapacidad, todo esto con el fin de generar una mejor calidad de vida para esta
población.