Pocas veces, o casi nunca, fueron objeto de atención mediática.
Sin embargo, cada una de estas personas trabajó en este 2017 con el propósito de ayudar al vecino, a la víctima, al otro. Son héroes anónimos que cada día se levantan para tratar de hacer una sociedad mejor.

Claudia Gaviria es directora de aduanas de la Dian.
Archivo particular EL TIEMPO
La valentía
Esta paisa, directora de aduanas de la Dian, es una de las funcionarias más valientes del país. En la lucha contra las mafias del contrabando que le lavan dinero al narcotráfico, es valorada como una de las mejores aliadas de Estados Unidos y de la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa). Eso le ha costado: ya han atentado dos veces contra su vida. El último ataque fue el mes pasado, en Buenaventura (Valle), donde le dispararon ráfagas de fusil en una acción de la que salió ilesa. Gaviria, quien ingresó a la Dian en 1992, no se atemorizó y prometió seguir en la batalla en defensa de la honestidad.

Alberto Alape Girón.
Marietta Flores, Instituto Clodomiro Picado
El científico
¿Quién se preocupa por la gente que vive en la manigua, por aquellos que pueden ser atacados en el campo por una serpiente? La respuesta es este palmireño, microbiólogo y químico clínico con posdoctorado en el Instituto Karolinska, en Estocolmo, que lleva más de 35 años lejos de Colombia. Hoy es el director del Instituto Clodomiro Picado, de Costa Rica, donde trabaja en la inmunización con ADN para generar anticuerpos contra toxinas de venenos. Desde la entidad a su cargo se producen sueros antiofídicos o antivenenos que hasta ahora han beneficiado a 300.000 personas en el planeta.

Luz Marina Mantilla.
Archivo Particular EL TIEMPO
La ecologista
Es una convencida de que la ciencia, el cuidado del medio ambiente y el empoderamiento de los pobladores son las herramientas fundamentales para construir la paz. Eso es lo que hace desde la dirección del Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas Sinchi. Este año empezó a liderar la implementación de dos proyectos de la Unión Europea, por valor de ocho millones de euros, en regiones donde el conflicto armado está quedando atrás. Es licenciada en biología y química, con estudios de maestría en biología y en gobierno, en Los Andes, y en políticas públicas, en el Externado.

Tatiana Alvear.
Archivo Particular EL TIEMPO
La justicia
Tiene el valor para enfrentarse cada día a las historias más dolorosas. Ha escuchado a más de 5.000 mil niños y adolescentes que le han relatado las circunstancias en las que fueron víctimas de abuso sexual. Ella, psicóloga forense y policía judicial del Grupo de Trabajo contra la Violencia Infantil, de la Fiscalía, toma los testimonios de las víctimas (una de las fases más delicadas en el proceso de investigación), para después ir a juicio. Ha asistido a 800 procesos, en los que ha sido testigo de primera mano de casos similares al de la pequeña Yuliana Samboní. Tiene una maestría en derechos humanos.

Germán Velásquez.
Claudia Rubio - EL TIEMPO
El altruista
En octubre, este filósofo manizaleño, asesor de la organización multilateral Centro del Sur (South Centre), con sede en Ginebra, fue nombrado director de la Cátedra Universitaria Extraordinaria ‘Derecho a la salud y acceso a medicamentos’, de la Universidad Complutense, que le otorgó un doctorado honoris causa. El centro de estudios madrileño busca abrir un espacio de intercambio de conocimientos entre los ámbitos público y privado en un tema que considera fundamental y en el que el colombiano es experto. Velásquez trabajó durante más de 20 años en la Organización Mundial de la Salud.

Alexandra Ardila.
Eliana Mejía / EL TIEMPO
La lectora
Para ella, La Guajira no es un desierto, sino un sitio donde florece la vida. Este año empezó a fomentar entre las mujeres que habitan en Riohacha, el cultivo de huertas caseras. Una labor más de las emprendidas desde hace 15 años cuando llegó allí con el propósito de buscar una nueva vida tras enviudar. Trabaja con los niños indígena wayús en el fomento de la lectura. Se sube a su bicicleta los busca, les lleva libros, les hace talleres. Un proyecto que hace sin ningún apoyo oficial. Lo llama la bibliocicleta. También organiza un festival de cometas en memoria de los niños muertos por desnutrición.

Jully Andrea Mora.
Jaime Moreno / EL TIEMPO
La pescadora
Un viejo proverbio dice que mejor que dar pescado es enseñar a pescar. Eso es lo que hace esta santandereana de 22 años. Es gestora cultural de la Asociación de Pescadores Artesanales y Agricultores del Magdalena Medio (Asopesamm), organización que trabaja para beneficio de unos 1.200 pescadores. Allí los capacitan en negociación y ejecución de recursos. Es defensora, además, de las mujeres y adelanta un semillero de liderazgo llamado Escuela de pesca, donde se enseña a los jóvenes. ¿Para qué? Para que sean mejores cuando llegue el relevo generacional. Este año ganó el premio Mujer Cafam.

El padre Ómar Parra ayuda a preparar y repartir alimentos para 2.000 personas.
Santiago Saldarriaga / EL TIEMPO
El sacerdote
El 1.° de abril de este año diluvió en Mocoa, Putumayo. Los aguaceros provocaron una avalancha que mató a 254 personas, hirió a 332 y desapareció a 70. En ese escenario de dolor y de fin de mundo, surgió como un ángel salvador el padre Ómar Parra. Sin tregua y bañado en lágrimas, el sacerdote del pueblo ayudó a darles consuelo, alimento y ropa a los damnificados. No durmió en varias noches y durante los días no paró de dar de comer a todos aquellos que llegaron a su casa, que él dejó con sus puertas abiertas para quienes fueran en busca de consuelo. Se estima que ayudó a 2.000 personas.

Yadis Xiomara Chocó.
EFE
La defensora
La juventud al poder. Nacida hace 16 años en Buenos Aires, Cauca, este año fue nominada al premio internacional de la paz infantil #ChildrensPeacePrize, convocado por KidsRights. ¿La razón? Su capacidad de liderazgo y búsqueda de caminos de diálogo en una zona en donde la guerra pasó sin piedad. Allí hace campañas para que las niñas conozcan y exijan sus derechos, para que se blinden ante posibles casos de abuso sexual y para evitar el embarazo en adolescentes. En su pueblo, hasta hace poco los armados marcaban la pauta. Ahora, lo hacen jóvenes como ella. Hay esperanza.

Dalia Valencia, Julia Torres y Ángela Riascos durante su viaje al parque Arví, en el metrocable de Medellín, el jueves 5 de octubre.
Armando Neira / EL TIEMPO
La resiliencia
El jueves 5 de octubre esta mujer de 41 años se subió por primera vez en su vida en unas escaleras eléctricas. Fue en un centro comercial de Medellín. Allí viajó con Ángela Mercedes Riascos y Julia Torres, ambas de 55 años. Las tres venían de Tumaco, Nariño, en donde durante años fueron víctimas de violencia sexual. El viaje era la etapa final de un proceso de sanación y recuperación de más de un año, liderado por la periodista Jineth Bedoya Lima en el marco de la campaña No es Hora de Callar, una iniciativa auspiciada por EL TIEMPO. Ella y sus compañeras volvieron a sonreír.
ARMANDO NEIRA
EL TIEMPO
En Twitter: @armandoneira
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