Indignación y repudio causó la muerte de un niño de 2 años, cuyo cuerpo fue encontrado el domingo en la tarde en zona rural del municipio de Ipiales, al sur de Nariño.
Su desaparición se conoció en la mañana del sábado a través de las redes sociales, cuando se informó que su padre había reportado que el hecho se presentó en cercanías al Terminal de Transportes de la ciudad fronteriza.
En la tarde del domingo, por las mismas redes sociales, se comunicó que el niño fue encontrado muerto en la vía que conduce al corregimiento de La Victoria.
Con relación a este hecho, el comando de la Fuerza de Tarea Pegaso, del Ejército Nacional, comunicó que el sábado 29 de octubre el soldado profesional Huilber Solarte Lozada, padre del niño, solicitó a sus superiores un permiso para asistir al cumpleaños de su hijo, que le fue otorgado después de comprobar la veracidad de la petición.
Seguidamente el militar había comunicado que iba a recoger al menor a la casa de la madre.
Sin embargo, a las 10 de la mañana del sábado Solarte reportó que su hijo había sido raptado por dos sujetos desconocidos que portaban un arma de fuego.
De inmediato el Ejército puso en marcha un operativo especial de seguridad que incluyó un 'plan candado' en el municipio, en procura de rescatar al menor.
“El soldado Solarte, tiempo después, de manera voluntaria informó su relación con los hechos en calidad de autor material del homicidio de su hijo”, advierte el comunicado del Ejército.
Horas después fue encontrado el cuerpo del niño en la vía Panamericana que conduce hasta la frontera con Ecuador.
Solarte Lozada fue puesto a disposición de las autoridades competentes.
El crimen del menor es objeto de investigación por la Fiscalía General de la Nación y se avanza en el proceso de judicialización del soldado.
“El Comando de la Fuerza de Tarea Pegaso lamenta lo sucedido y aclara que los hechos son ajenos a los principios y el debido proceder de los hombres de la institución castrense”, precisa el comunicado.
PASTO
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