La primera llamada que recibió Rosa María Palacios en la mañana del martes fue para anunciarle la muerte de su hija menor, Sandra Marcela Sierra Palacios, de 20 años. Al otro lado de la línea, asegura, quien declaraba haberla matado era su exnovio, de 24 años.
Al llegar a Cali, desde El Cerrito, la desconsolada madre pudo comprobar que su hija se hallaba semidesnuda, muerta, en una habitación de un motel ubicado en la carrera 8 con calle 24, en el centro de la capital del Valle.
Según autoridades, la joven habría muerto por asfixia mecánica, que pudo producirse con una almohada. Pero se espera el dictamen de Medicina Legal. Cámaras de seguridad muestran a la joven cuando ingresa con otra persona mientras ella daba tumbos y arrastraba su maleta.
“Ella me llamó en la noche, me dijo que se había tomado algo y se sentía muy mal; después me colgó”, relató la madre de la joven. Según allegados de la mujer, ella llegó de Bogotá en la noche del lunes, luego de pasar un fin de semana en compañía de sus amigas y de comprar un poco de ropa para una ceremonia de grado de un curso de vigilancia que había realizado para encontrar trabajo.
“Ella era tecnóloga en control ambiental del Sena de Buga, pero no había encontrado trabajo y decidió hacer un curso de vigilancia para que su hermano le ayudara a ubicarla en el lugar en el que él trabajaba”, contó un allegado de Sandra Marcela.
Sus familiares retrataron a la joven como una persona alegre, de su casa, a quien no le gustaba salir más allá de las calles de Asovicon, barrio de El Cerrito, donde residía la joven en compañía de su familia.
“Cuando terminaron solo me dijo que él le había hecho algo que ella no quería volver a pasar y que por eso no iba a regresar con él. No solo me llamó a mí, también llamó al papá de la niña y a su mejor amiga. Además, llamó a su propio papá, porque él también llegó hasta el motel y tuvimos una discusión”, dijo la madre de la joven.
La Policía busca a quien sería sospechoso de la muerte.
Crimen en el nororienteLos tres hijos de Yanneth Caicedo aún no entienden lo que ocurrió con su madre en la noche del martes, cuando un hombre le propinó dos disparos en la calle 73 con carrera 1G del barrio Jorge Eliécer Gaitán.
De acuerdo con el relato del taxista que la transportaba, la mujer abordó el vehículo sobre las 9:30 de la noche en la carrera 1D con calle 70, frente al restaurante donde llevaba menos de tres meses laborando como cocinera.
“El taxista dice que ella miraba para atrás hasta que él le preguntó quién era el hombre en moto que los perseguía, a lo que ella respondió que se trataba de su novio. Según él, le preguntó si la llevaba a una estación de Policía o aceleraba, pero ella le pidió que parara”, cuenta una hija de Yanneth.
A pesar de la insistencia del taxista, éste cedió y la mujer abrió la puerta del carro para hablar con el hombre, pero él solo atinó a propinarle dos tiros. La mujer, de 47 años, fue remitida al hospital Joaquín Paz Borrero, pero las lesiones resultaron fatales.
Versiones de compañeros de trabajo aseguran que la mujer no quiso abordar la moto de su pareja -con quien sostenía una relación desde hace seis meses- ya que él había llegado en estado de embriaguez para acompañarla hasta su casa, como acostumbraba.
Luego de haberle disparado, el hombre, que se ganaba la vida como cobrador ‘gota a gota’, habría intentado quitarse la vida.
“La hija de él nos llamó y nos contó que estaba en un hospital, muy grave, pero no tengo idea de cuál hospital o si sigue vivo”, dijo una hija de Yanneth.
Su familia la retrató como una mujer hermosa, de buenas costumbres y trabajadora infatigable que siempre procuró darles a sus hijos una buena vida. Toda su vida residió en el corregimiento de Villa Carmelo, lugar al que se dirigía cuando dos disparos acabaron con su vida.
CALI