El lunes 27 de noviembre de 1989, el país despertó sobresaltado por un trágico hecho. A las 7:16 de la mañana, cinco minutos después de despegar, una bomba explotó en pleno vuelo de un avión de Avianca. Murieron 101 pasajeros, seis tripulantes y tres personas en tierra sobre las que cayeron fragmentos.
Ayer, en un acto en el templo de La Merced, en Cali, fueron recordadas las víctimas de ese trágico vuelo que cubría la ruta Bogotá-Cali.
En la ceremonia religiosa fueron liberados globos blancos y flores en las fotos de los parientes muertos.
El acto fue organizado por la Alcaldía de Cali, a través de su Secretaría de Paz y Cultura Ciudadana y la Oficina de la Gestora Social, en articulación con la Fundación Colombia con Memoria, la Alta Consejería para los Derechos de las Víctimas, la Paz y la Reconciliación de Bogotá, y el Museo Casa de la Memoria de Medellín.
Durante la jornada, familiares que viven en Cali y participaron en este acto solemne, ofrecieron una flor blanca sobre los retratos de algunas de las víctimas y elevaron 28 globos blancos.

Con globos y flores blancas fueron recordadas las víctimas del atentado al avión de Avianca hace 28 años.
Alcaldía de Cali
Un Boeing 727-21 realizaba el vuelo 203 de Avianca, que explotó a unos 10.000 metros de altitud hacia las 7:16 de la mañana, cinco minutos después de despegar del aeropuerto de Bogotá con destino al Alfonso Bonilla Aragón, en Palmira y pasajeros con destino a Cali y otras ciudades del suroccidente del país.
En pleno vuelo sobre Soacha, el avión explotó, muriendo los 101 pasajeros, los seis tripulantes y tres personas en tierra sobre las que cayeron fragmentos del avión.
La investigación estableció que la explosión se dio como resultado de una bomba, colocada por orden del Cartel de Medellín.
Que a ningún ser humano se le ocurra repetir semejante acto, causar semejante dolor
Por estos hechos fue condenado a cadena perpetua en los Estados Unidos Dandeny Muñoz Mosquera, 'La Quica', pues dos de los pasajeros eran ciudadanos de Estados Unidos.
Que nunca más se repita un hecho de estosFlavio Enrique Oliveros Suárez, quien perdió a su hermana Yaneth Vicenta, joven economista vinculada a la Gobernación del Valle y docente de macroeconomía en la Universidad Autónoma del Valle, expresó que esa es una de las peores etapas vividas por los colombianos como consecuencia de los actos de terrorismo de las mafias de esa época.
"Se atentaba contra las figuras políticas, se nos dice que era contra César Gaviria, entonces candidato presidencial, si le avisaron o por algo canceló pero murieron inermes ciudadanos. No podemos devolverle la vida a nuestros seres queridos, pero ojalá la justicia algún día haga claridad meridiana de los verdaderos responsables.
Siempre se dice que la justicia atribuyó al cartel de Medellín que presidía el nefasto
Pablo Escobar y que habría ejecutado el 'El clan de los Ochoa",
Y recordó que en la caja negra del avión quedó una grabación en la que una azafata comunica al piloto que un pasajero se bajo y no subió. "Ese campanazo de alerta no se tuvo en cuenta", expresa.
Y agrega que uno de los hechos más terribles para los parientes es el reconocimiento de cadáveres de un accidente. "Hay que tener en cuenta las vivencias y tristeza de todos los núcleos familiares y de Colombia y el rechazo mundial a semejante acto".
Oliveros puso de presente que el dolor nunca va a desaparecer pero el país vive tiempos de paz y reconciliación.
Y recalcó que "a aquellas personas desadaptadas que tuvieron esa idea, uno debe perdonar, el ser humano no debe vivir con odios. Yo expreso, en mi caso personal, el perdón a los autores materiales e intelectuales del atentado. Es justo que Colombia viva en paz, que no se repita estos hechos. Acojo la paz y reconciliación y perdón entre todos los colombianos".
CALI
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