Un grupo de vendedores ambulantes teme que con el nuevo Código de Policía, que entró en vigencia a partir del pasado 30 de enero, sus puestos de trabajo sean levantados de la calle, sin que la Alcaldía haya planteado un plan social para ellos.
"No es sacarnos por sacarnos, se debe garantizar el derecho al trabajo", dijo Arley Castillo, uno de los vendedores, en una marcha que se realizó en la mañana de este lunes en Cali y que recorrió la carrera segunda con calle 14, la carrera 15 y la carrera octava y el Bulevar del Río.
La Alcaldía ha señalado que entiende que el tema de los vendedores tiene un impacto social.
La Secretaría de Gobierno de Cali calcula que en la ciudad hay alrededor de 8.000 ambulantes, quienes ocupan cerca de 9.600 metros cuadrados del centro.
Así mismo, el Sindicato de Trabajadores, Vendedores Informales y Estacionarios de Cali (Sintraviencali) recalcó que no existe ningún programa con los vendedores ambulates de la ciudad. Indicó que la única regulación de las ventas son los operativos de la Policía "sin ninguna concertación y con el uso de la fuerza". Anotó que no se opone a la regulación del espacio, pero “sin atropellar a nadie”.
Para la Asociación de Empresarios y Comerciantes del Centro (Grecocentro) es importante hacer un trabajo de sensibilización con los vendedores para lograr que se formalicen y así recuperar las zonas públicas.
Comentar