El ‘Centro para el desarrollo humano, deportivo y cultural ubicado en el corregimiento de Robles, Jamundí’, propuesto por la Universidad del Valle, ocupó el primer en el ‘Premio Corona Pro Hábitat’, categoría de arquitectura, y en diseño industrial ocupó el segundo puesto con ‘Locomoción. Sistema para el desarrollo de capacidades de motricidad gruesa en niños de 2 a 4 años que hacen parte del programa de madres comunitarias del ICBF’.
Participaron 50 propuestas enviadas por estudiantes de las universidades de Antioquia, Atlántico, Caldas, Cundinamarca, Sucre y Valle.
Los estudiantes de sexto semestre de arquitectura de Univalle, Rossana Tigreros, Lina Marcela Pantoja y Eduar Niño, ganadores del primer lugar, propusieron un equipamiento colectivo ‘de carácter multifuncional conformado por una serie de módulos flexibles que plantean una arquitectura sostenible, que emplea sistemas constructivos manejados por la comunidad y que puede ser construida con fondos y materiales locales’.
Plantea recorridos sencillos que articulan espacios públicos y zonas verdes de valor ambiental e integra uno de los equipamientos deportivos pre-existentes.
Las estudiantes de séptimo semestre de diseño industrial Daniela Chica y Mónica Orozco presentaron un proyecto que genera espacios comunitarios orientados a la educación, recreación y cultura con la realización de módulos textiles que desarrollarían la motricidad gruesa de niños al cuidado de madres comunitarias.
‘El empaque principal viene con las figuras básicas y un manual para que sean las mismas madres quienes realicen los módulos con textiles, espumas y velcros’.
La idea es con estos materiales reproduzcan juegos tradicionales como la rayuela y las rondas recreativas propiciando la interacción de los niños con el espacio y la identificación de colores y formas.