La dificultad con la que aprenden a leer y a escribir los niños con discapacidad auditiva fue la motivación principal para que Geraldine Barragán, una joven diseñadora industrial de la Universidad Nacional de Palmira, desarrollara un sistema para facilitarles la comprensión.
Barragán, de 26 años, diseñó el sistema denominado Viso en el que, a partir de los colores, los estudiantes pueden mejorar la comprensión de las letras y los signos del lenguaje de señas.
"Las letras son la base de la escritura. Muchos de los problemas de lectoescritura que tienen las personas sordas y que dificultan su inclusión en la sociedad es que no saben leer y escribir, o no lo hacen correctamente, y en la mayoría de las labores como mínimo se debe saber escribir nombres o hacer informes", aseguró la diseñadora.
De acuerdo con Barragán, la asociación de conceptos entre los colores y las letras es la que les brinda la información a los jóvenes sordos, así mientras aprenden los colores pueden ir aprendiendo las letras y los signos asociados a ellos.

Los colores hacen parte del proceso de cambio
Geraldine Barragán
Viso consta de un catálogo con la teoría resumida, un afiche con el abecedario en los 27 colores establecidos, 81 fichas informativas con una palabra escrita con los correspondientes colores, y una imagen de asociación. También tarjetas de dactilología, con la letra y su respectiva seña.
Además, cuenta con una cartilla con franjas de colores y en la parte superior de cada página se ubica una letra (mayúscula en un lado y minúscula en el otro), seguida de su seña, un espacio para que el niño la repita, y un referente visual para que sepa qué objeto la contiene, además de otras actividades.
Con Viso también cuentan con la alternativas de practicar un juego similar al ‘Concéntrese’, componiendo palabras para que aprendan de manera pasiva.
“La idea es que si quitamos las letras queden los cuadros de color y ellos sepan qué palabra es, como cuando a los oyentes nos deletrean una palabra, por los sonidos sabemos cuál es. A ellos les reemplazamos el sonido de las palabras por colores", afirma la diseñadora.
Inicialmente el sistema fue probado en el Club Rotary con tres niños con discapacidad auditiva, uno de ellos sordo profundo, uno con implante coclear y uno con hipoacusia, todos entre los 7 y los 8 años de edad.
"Se les hizo tres evaluaciones para conocer los avances. Una inicial, una media y una final y realmente hubo un gran progreso. El que menos aprendizaje tuvo fue el sordo profundo, pero porque le gustaba más pintar. Realmente funcionó y tuvo un impacto positivo entre los niños", explicó Barragán.

Los niños tienen nuevas oportunidades
Geraldine Barragán
María Eugenia Escobar, de la Veeduría Ciudadana para la Construcción de la Inclusión, aseguró que es muy importante que desde las universidades tanto jóvenes como académicos trabajen para mejorar las condiciones de la población con discapacidad.
"Me parece magnífico que los jóvenes estén pensando cómo generar procesos para potenciar a la población con discapacidad auditiva. El sistema a veces es muy psicorrígido y no permite que los jóvenes se desarrollen con libertad", señaló.
Según Escobar, las instituciones educativas de Cali cuentan con 2.168 jóvenes estudiando en aulas públicas para los que se han hecho pocos ajustes. "Aunque no estamos en línea base cero, me parece esa cifra muy pequeña, es muy poca capacidad. Esto es especialmente grave cuando en el campo vemos que no hay una flexibilidad para enseñar".
la creación del código visual cromático que compone el sistema Viso de Geraldine Barragán se basó en el cubo de color de Alfred Hickethier (que cuenta con 1.000 colores con un código único) y la teoría de la ideasthesia, fenómeno semántico sen sorial de activación de conceptos que produce una experiencia, como o pensar en el azul cuando dicen frío o lluvia.
También se identificó que las mejores letras son las que no tienen serifa o aditamentos, Sans Serif
Miguel Zambrano, de la Asociación de Sordos de Cali, dijo que el sistema actual con el que se enseña a niños y jóvenes de la población con discapacidad auditiva es deficiente.
"No hay mayor preocupación del Ministerio de Educación Nacional hacia los muchachos sordos. Ahora el Instituto Nacional de Sordos está aplicando una nueva metodología, esperemos que tenga buen resultado porque este proceso apenas está iniciando en diez ciudades de Colombia y una de ellas es Cali, allí se trabajará desde la concientización de los profesores, los padres de familia y sus hijos sordos", concluyó el directivo Zambrano.
CALI
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