No hay un censo exacto sobre la competencia de transporte informal en Cali, pero las autoridades admiten que corre a diario por todas las calles.
Una cifra que marca ese movimiento está en que durante el 2016 se han ejecutado más de 2.000 inmovilizaciones por servicios no legalizados. Se estima que hay 800 ‘gualas’ (camperos), más de 800 ‘motorratones’ y, al menos, 2.500 carros particulares. Igualmente, medio centenar de bicitaxistas atienden trayectos cortos en el sur de la ciudad.
El alcalde Maurice Armitage dice que si el transporte masivo MÍO mejora su servicio, eso terminará por reducir ese fenómeno.
Para la Secretaría de Tránsito, a cargo de Juan Carlos Orobio, esta no es una verdad oculta y ya tienen identificados los puntos de mayor concentración para la informalidad y los diferentes sistemas usados en Cali.
Según el jefe de guardas de tránsito de Cali, el abogado Andrés Quimbayo, el mototaxismo y las ‘gualas’ predominan en las laderas.
Los guardas de Tránsito no pueden realizar operativos sin presencia de Ejército o Policía por la agresividad que reciben para controlar la informalidad.
Los carros de placa particular, incluso de modelos nuevos, también han comenzado a recorrer las calles de Cali como colectivos. Se les conoce como ‘piratas’ y sus zonas de operación están en las autopistas principales y la zona de oriente.
“A los ‘piratas’ se les hace un control constante en monitoreo, aunque algunos no dejan de ser agresivos. Hace poco uno atentó contra uno de nuestros guardas con un machete”, anota Quimbayo.
Las autoridades también tienen controles para el Uber, que a través de su aplicación sigue prestando transporte, en especial a los estratos medios y altos.
“Hasta que el Ministerio no lo reglamente, ese servicio seguirá siendo ilegal, y tratado como un ‘pirata’ común y corriente”, dijo el jefe de guardas.
Además de estos, Quimbayo asegura que hay vehículos con todos los permisos y tarjetas de operación legales que prestan servicios que no son permitidos.
CALI