La antigua estación del Ferrocarril, con sus techos altos, su enorme salón enmarcado por dos murales de Tejadita y las grandes baldosas de los años 50, recibieron a los espectadores que querían ver la última colección de Silvia Tcherassi. ‘Ni mandado a hacer, fue el escenario mágico, perfecto, que había buscado’, dijo la diseñadora barranquillera cuando vio a sus modelos en el escenario. Los vagones del tren dieron la bienvenida.
Por el interminable pasillo empezaron a aparecer las mujeres de Macondo, vestidas por Tcherassi. Fueron 39 salidas.
La inspiración para esta colección, inédita, la encontró en las páginas de los libros escritos por Gabriel García Márquez.
“Vestí a las mujeres que aparecen en su obra, como yo me las imaginaba. Las vi con camisas de algodón, con camisas desestructuradas, con faldas, con el colorido del Caribe”, dijo.
Fueron trajes vaporosos, llenos de nostalgia. Compró las imágenes que un fotógrafo había tomado en la Ciénaga Grande y las estampó en sus telas, imperaba ese azul sin nubes de los pueblos de tierra caliente que se intensifica a medida que avanza el día.
Las mujeres con sombrilla resguardándose del sol de las 12:00 del día, las gitanas, las casas de la Ciénaga y hasta una pelea de gallos quedaron plasmadas. Atrás de cada traje había una historia.
Dos años le tomó estructurar esta colección que después recorrerá el país y el mundo. Las camisas para anudar a la cintura y su icónica falda bambolera volverán a estar de moda.
“Soy amante de Gabo y su obra. Quiero mostrar que debemos sentirnos orgullosos de nuestras raíces, de nuestro entorno. Llevaré esta colección al mundo”, dijo la diseñadora.
“Nací y crecí en el Caribe, era el despertar de esos recuerdos, de las mariposas amarillas que entran a las casas para anunciar buenas noticias”, comentó. Cien años de soledad y la puesta en escena de El amor en los tiempos del cólra fueron claves para elaborar su propuesta.
Desde la primera versión del Cali Exposhow, hace 16 años, Fenalco Valle la quería en su pasarela, pero por problemas de agenda nunca coincidían. Pero la larga espera valió la pena.
Y aunque hasta ahora no había presentado una colección en Cali, la barranquillera ha estado presente en la ciudad desde hace 20 años. Fue aquí donde abrió su primera tienda, hoy cuenta con dos.
“Era una época difícil, pero aposté por Cali antes de abrir en Barranquilla. Yo vendía al por mayor y mis colecciones aquí eran un éxito. Esta es una ciudad a la que adoro”, dijo esta mujer que desde el colegio sabía que los suyo sería el diseño. Recordó cómo llamaban a su mamá para decirle que se despistaba en clase.
“Me ponía a pensar qué sería lo que me iba a colocar el viernes y a jugar con los colores”, comentó Silvia Tcherassi, quien diseña para mujeres reales que van a cenar, que disfrutan del Mediterráneo.
“Siempre me pregunto si yo me las pondría. La propuesta puede ser comercial, pero debe tener magia, una historia”, dijo, mientras se llevaba los aplausos.
CALI
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