Entre la oferta gastronómica que ofrece Santa Mónica Norte está ‘Connecta’, un restaurante donde los encargados de atender a los comensales están pendientes hasta del más mínimo detalle para que todos salgan contentos y con ganas de regresar pronto, como sucede en la gran mayoría de los establecimiento de la zona pero, este restaurante tiene un plus y es su personal.
Los jóvenes meseros tienen discapacidad cognitiva leve, autismo o síndrome de Down.
“Llevo ya tres meses aquí y me he sentido muy bien, es mi primer trabajo. La gente me recibe bien, me dicen que lo hago bien, que soy muy atento. Estoy contento porque he aprendido muchas cosas, ya no soy tan penoso”, dice Giovany Alzate, de 23 años, con discapacidad cognitiva leve.
“De los seis jóvenes contratados resalto su rendimiento laboral, son muy puntuales y muy perfeccionistas. La gente viene a compartir, a conocerlos, y a mirar si es cierto que ellos son capaces, como se dice, de desenvolverse bien en un ambiente laboral y se quedan boquiabiertos”, dice Carlos Sanclemente, el dueño de ‘Connecta’.
La Gestora Social del Valle, Jimena Toro, se comprometió a que reciban capacitación del Sena.
“Llevo aquí dos meses, es mi primer trabajo y me siento muy agradecido por la oportunidad; los clientes me tratan bien y yo me siento bien atendiéndolos a ellos. Mi familia me dice que me siga esforzando más para salir adelante”, comentaba Luis Felipe Mina, de 22 años, con discapacidad cognitiva leve y el único medicado por sus convulsiones.
Otros de los empleados tienen autismo y síndrome de Down.
“Es sorprendente que uno se siente a la mesa y te atiendan personas con capacidades diferentes. Se desenvuelven muy bien en la atención al cliente, demoran un poquito más, pero no importa, cuando los ve, ni te das cuenta del tiempo”, dice Janeth Montes, una de las clientes, quien llegó atraída por el sitio, quería conocerlo porque tiene una hija con síndrome de Down.
“Queremos invitar a todos los vallecaucanos para que, de verdad, sientan que pueden tener una persona en condición de discapacidad en cualquier negocio. La atención es maravillosa, los clientes salen felices”, dijo la Gestora Social del Valle, quien visitó el restaurante que ofrece almuerzos y asados de día y comidas rápidas de noche.
En Cali, según cifras del año pasado de la oficina de Atención a la Discapacidad, se estimaba que había 15.600 personas con algún tipo de discapacidad física, cognitiva, mental, visual, auditiva o sistemática.