Las 250 rumbas y 15 homicidios el pasado fin de semana tienen a la Alcaldía de Cali evaluando la aplicación del toque de queda por sectores en la capital vallecaucana.
La medida se pondría en marcha este fin de semana, cuando en el país se conmemorará el Día del Padre.
De acuerdo con Jimmy Dranguet, subsecretario de Inspección, Vigilancia y Control del municipio, el pasado fin de semana, la Policía recibió unas 1.000 quejas de la comunidad por exceso de volumen en reuniones sociales, aglomeraciones de más de 30 personas, así como asonadas.
“Este comportamiento no lo pueden seguir desarrollando los caleños. Por eso estamos estudiando decretar toque de queda en algunos espacios, y una ley seca en todo Cali”, sostuvo Dranguet.
El pasado fin de semana se había contemplado el toque de queda en algunos de los 28 barrios donde se decretó la ley seca, pero luego se descartó.
"La gente no ha aprendido a que debe comportarse, a que la cuarentena está vigente, pensando en la prevención del covid-19 para no poner a más personas en riesgo", dijo Dranguet.
Desde el Concejo se repitió el llamado al alcalde Jorge Iván Ospina para que adopte el toque de queda durante los fines de semana.
El concejal Fernando Alberto Tamayo dijo que el 123 recibió 14.500 llamadas. “La Policía está siendo enviada como carne de cañón a desactivar fiestas, como en el ataque a un uniformado y la muerte del agresor”, dijo el cabildante.