La desaparición y posterior asesinato de una niña enlutó a sus familiares y a toda la comunidad de Iscuandé, cabecera del municipio de Santa Bárbara, distante a 113 kilómetros de Tumaco (tres horas y media en lancha rápida) y 550 kilómetros de Pasto, en Nariño, desde donde exigen a las autoridades que el caso no quede en la impunidad.
Los casi 20.000 habitantes no salen aún del dolor y el repudio que generó la muerte de la menor de 7 años, quien estudiaba en la Institución Educativa Politécnica Santa Bárbara, donde cursaba tercer grado de primaria.
Las autoridades han recogido datos sobre dos supuestas hipótesis. Una sobre una presunta represalia contra allegados de la menor por una situación con unos botes, otra por una venganza de bandas. Pero no es claro por qué asesinaron la niña.
En este territorio se vive una disputa de territorio entre el Eln y un grupo que se hace llamar 'Guevaristas', en un área donde narcotraficantes y paramilitares causan temor.
Siete meses atrás, la niña había llegado con sus padres a Iscuandé, procedentes de Buenaventura, de donde eran oriundos, en busca de un mejor futuro.
Fue el pasado lunes 29 de mayo cuando la menor desapareció. Las versiones cuentan que había salido del colegio y que cuando iba rumbo a su casa dos hombres se la llevaron a la fuerza.
Su desaparición despertó la solidaridad de la comunidad, que salió a las calles a reclamar a sus captores su pronta liberación.
Infortunadamente, las marchas de protesta pacífica no dieron sus frutos: al día siguiente, el 30 de mayo, llegaron al pueblo las noticias de que el cuerpo de una niña había sido encontrado en la vereda Las Varas, una zona pesquera distante a 35 minutos de la cabecera municipal.
El alcalde de Iscuandé, José María Estupiñán, ha lamentado el crimen contra una menor de edad que no tiene relación con los conflictos.
El cadáver de la niña fue llevado hasta Iscuandé y después fue trasladado en un helicóptero de la Policía Nacional hasta Tumaco, donde le hicieron los exámenes de necropsia en Medicina Legal. Los resultados todavía se desconocen.
“Las autoridades, sus familiares y la gente tenían la esperanza de que la niña de pronto estuviera viva y que se la llevaron para pedir un rescate o algo así por el estilo, pero apareció muerta”, dijo Alexánder Castro Perlaza, un reconocido líder de Iscuandé, quien aún no sale del asombro por lo ocurrido.

Iglesia de Iscuuandé, Nariño.
Alcaldía Municipal de Santa Bárbara - Nariño
Desde eso, ni sus familiares ni la comunidad saben las causas de su misteriosa muerte. “Hasta el momento no se sabe por qué razones la mataron, qué enemigos tenía la familia. No sabemos nada”, dijo un ciudadano.
“Este hecho ha indignado a toda la comunidad, ha llenado de sentimiento a los niños del colegio y las escuelas, fue algo muy triste porque aquí todos nos conocemos”., complementó.
Los familiares guardan cierto hermetismo y reserva sobre el triste episodio.Su hermana María admite que “todavía no han dicho nada las autoridades”. Ella tampoco sabe por qué la mataron.
Y en el mismo sentido se pronunció Diana Pineda, una allegada a la familia, quien indicó: “No, no han dicho nada, no han dado razón de nada”.
Comentó además que en el pueblo ha causado gran consternación el caso, “pero la Fiscalía no da razón, no han dicho ni siquiera las causas de la muerte de la niña ni nada”.
La tragedia de la familia había empezado tres días antes con el asesinato del abuelo de la niña, Lázaro Carmona García, de 53 años de edad. Todos lo conocían como 'Chalo'.
El hecho ocurrió al otro lado del río Iscuandé, cuando se encontraba en su casa, donde había habilitado una especie de garaje para embarcaciones, junto a un aserradero.
“Fue una situación que jamás se había presentado aquí”, cuenta un funcionario quien añadió: “Coger al abuelo y degollarlo, al parecer con un arma cortopunzante, es una muerte muy triste”.
“Él me cuidó la lancha por más de cuatro años, era un señor que llegó acá hace muchos años a trabajar con la madera y se fue ganando el cariño de la gente, yo nunca escuché cosas malas de él”, anotó Castro.
Consultado sobre el hecho, el secretario de Gobierno de Nariño, Edgar Insandará, aseguró que tanto la Fiscalía como el CTI no han podido esclarecer el asesinato con la contundencia que se espera.
Según el funcionario, la investigación maneja varias hipótesis: “Se ha dicho que al parecer fue por una riña que el señor tuvo por unos robos de unos botes, pero no se ha confirmado”, reveló.
Sobre la niña, reconoció que es el que más tiene afectado al Gobierno Departamental, por lo que después del doble asesinato se determinó reforzar la seguridad en el municipio con 100 hombres del Ejército que van a colaborar en las tareas que adelanta en la zona la Armada Nacional.
Asimismo, llegaron hombres del Gaula de la Policía y de la Policia Judicial, que realizan los seguimientos e investigaciones correspondientes.
PASTO