A urgencias de un centro asistencial en Cali fue remitida de urgencia una paciente, de 58 años, que se sometió a una lipoescultura, según las versiones entregadas a las autoridades en Palmira.
De acuerdo al reporte recibido por la Secretaría de Salud del Valle, la mujer puso su vida en manos de personas sin el conocimiento suficiente y en un sitio no determinado de ese municipio. Habría pagado $700.000 por el procedimiento.
María Cristina Lesmes, la secretaria de Salud del departamento, lamentó que se repitan estos dramas por acudir a personas no idóneas y sin los recursos necesarios para estas intervenciones. Hace menos de una semana murió una joven.
La funcionaria señaló que muchas personas no han comprendido los peligros de someterse a una intervención de esta clase.
El viernes pasado, al hospital Universitario del Valle, en Cali, fue llevada Fátima Karina Casanova Rengifo, de 21 años, a quien le habrían aplicado una inyección de silicona en los glúteos, en una vivienda no determinada de esta capital. El domingo murió.
La Secretaría de Salud visitó este año 40 servicios quirúrgicos y cerró 38 por irregularidades que generaban riesgos para los pacientes. Pero los últimos casos corresponden a situaciones en sitios clandestinos.
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