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Luto por muerte de Stap, el oso más querido del zoológico de Cali
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Los últimos días de Stap, el oso más querido del Zoológico de Cali

Luto por muerte de Stap, el oso más querido del zoológico de Cali

El gigante, de 30 años, falleció por complicaciones de salud derivadas de la vejez

Hay luto en el Zoológico de Cali por la ausencia de uno de sus integrantes, quizá uno de los más queridos, longevos y mimados que podría tener.

Se trata de Stap, el enorme oso pardo de pelaje café, que tras enfrentar problemas de salud derivados de la edad, murió este jueves en la capital vallecaucana.

El silencio, que es poco común en el establecimiento, se apoderó de los cuidadores, visitantes y sobre todo los animales, que al notar la ausencia del enorme animal parecían guardar luto.

Con 400 kilos de peso y casi tres metros de altura, la historia de Stap se asemeja a la de la mayoría de animales que son rescatados del cautiverio

El oso fue entregado voluntariamente hace 26 años por el Circo Ruso de Moscú que pasaba por la ciudad de Pereira. El animal vivía desde hace cinco años en unas condiciones que no eran las mejores para su tamaño, su casa era una jaula estrecha donde tenía que comer, dormir y hasta hacer sus necesidades.

“Stap, al parecer, nunca les hizo caso a sus entrenamientos, nos lo dieron porque era muy rebelde y no servía para los shows. Nos dolió mucho ver sus condiciones y decidimos reescribir su historia dándole mejor alimentación, medicamentos y sobretodo un nuevo hábitat en el Zoologico de Cali” recuerda Jorge Alberto Gardeazabal, el primer veterinario que trató al oso.

Originalmente el oso se llamaba ‘Star’, pero como el pronunciamiento ruso era extraño para el personal del zoológico, ellos entendieron ‘Stap’ y así quedó para siempre.

Según informan sus cuidadores, fue un espectáculo completo la llegada del oso a Cali. Sus comportamientos eran inocentes, pero a la vez llenos de temor, el sentir el pasto por primera vez en sus patas fue lo que más le llamó la atención.

La sensación fue tan extraña para el mamífero que este duró varios días sentado en un mismo lugar observando los árboles, sintiendo la brisa caleña y sorprendiéndose con los pájaros que, hasta el momento de su ingreso, eran completamente desconocidos.

“Pensamos que al oso lo compraron siendo cachorro, pues hay que tener en cuenta que un circo no reproduce animales. Quizá asesinaron su mamá, eso no lo sabemos, pero nos alegra poderle haber cambiado la vida”, dijo el veterinario

En su tupido pelaje café, Stap tenía una mancha blanca en su lomo, era apreciado por las miles de personas que, entre propios y turistas, admiraban su inteligencia, su olfato y sus enormes garras.

Miguel Ángel Calderón desde hace varios años era su cuidador, recuerda con nostalgia los momentos vividos con Stap, pues asegura que entre los dos había una conexión que iba más allá de animal - hombre, era una verdadera amistad.

“Me entendía por el nombre; cuando lo iba a alimentar se sentaba y se enojaba cuando no le daba sus frutas preferidas o cuando se me caían al piso. Para medicarlo era muy gracioso, porque con su olfato descubría los medicamentos ocultos en la comida, luego los sacaba y me hacía mala cara” dijo Calderón.

Su cuidador brindó todo el afecto que el oso requirió cuando estaba en cautiverio, incluso, notó que dos grandes troncos de madera eran sus juguetes favoritos. "Los abrazaba, se bañaba con ellos y los usaba como almohada, como un niño mimado", recuerda Miguel Ángel.

La alimentación de Stap consistía en miel, torta de frutas, fresa, sueros orales, en ocasiones pescado, uvas, manzanas, siendo la sandía con la que más deleitaba su paladar hasta ‘chuparse las garras’.

Lamentablemente 30 años de edad no vienen solos, teniendo en cuenta que la expectativa de vida de estos mamíferos es de 25 años. Stap ya venía con algunas complicaciones en su salud, que lo hicieron pasar varios días en reposo.

Juliana Peña, encargada de la Unidad de Bienestar Animal del Zoológico de Cali, indicó que, si bien la vejez no es una enfermedad, las alteraciones complican su calidad de vida así se esté en constante monitoreo.

“Los problemas articulares hacían que tuvieran molestias al desplazarse, notamos irregularidades en su orina, además poco quería comer. Desde que enfermó le quitamos las restricciones en su dieta, lo tratamos de mimar todo el tiempo con sus frutas favoritas y miel, además le hicimos una cama de heno para que estuviera caliente” dijo la veterinaria.

Los ‘achaques’ hicieron que el oso reposara en constante monitoreo de sus cuidadores, además de estar sometido a análisis permanentes. Siempre le hablaron como a él le gustaba para sentirse acompañado.

En medio del cariño y dolor de su cuidador, veterinaria y demás personal del zoologico de Cali, Stap exhaló su último aliento este miércoles sobre las 8:00 de la mañana.

Su luz se apagó en medio de las sonrisas que dejó a quienes lo conocieron.

“Duele mucho que se haya ido, se siente el vacío en su cama, lo voy a extrañar en las rutinas de juego y amistad que teníamos”, dijo Miguel, su cuidador.

El cadáver del oso fue trasladado al Departamento de Biología de la Universidad del Valle donde adelantarán diversas investigaciones, mientras que el luto se extiende por cada pasillo del zoologico de Cali. 

MARIO BAOS
Corresponsal de EL TIEMPO
CALI

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