En el Valle del Cauca se ha ido restando la frontera de bosque seco. Jardín Botánico de Cali trabaja para el cuidado de esa clase de franjas naturales.
Durante el Día Mundial del Agua, la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (Cvc) donó al Jardín Botánico 100 hectáreas de terrenos para contribuir a la conservación del bosque seco en el Valle del Cauca.
Estos terrenos, que hacen parte de los Farallones de Cali, se entregarán en comodato al Jardín para buscar realizar educación ambiental y ofrecer alternativas de recreación para los caleños.
“Solo queda el 1 por ciento del bosque seco en el Valle, ahora tenemos 100 hectáreas más que nos permitirán contribuir a fortalecer la cuenca media del río Cali y porque no, iniciar un corredor biológico que conecte Los Farallones con el río Cauca”, dijo la arquitecta Gloria Arboleda, directora del Jardín Botánico.
Este espacio verde de la ciudad ofrece además un ecosendero que les permite a los visitantes recorrerlo y cuenta con gran número de aves y árboles de diferentes especies.
El Jardín Botánico ahora es uno de los más grandes del país, tras la entrega de terrenos por parte de la Cvc. De 14 hectáreas pasó a 114, donde se pretende preservar el bosque seco tropical. Allí se realizó la siembra simbólica de cuatro árboles de la especie manteco.

Detalles al natural en nuevo espacio en el Jardín Botánico, en el oeste de Cali.
Santiago Saldarriaga / EL TIEMPO
El canto de las aves y la sombra que ofrecen los arrayanes, carboneros, cedros, guasimos y cucharos es parte del encanto.
En 2013 se inició la recuperación de ese espacio que estaba en el olvido. Las arquitectas María Clara Buendía y Gloria Arboleda unieron esfuerzos con Óscar Javier Peláez, miembro de la junta directiva del Jardín Botánico, para darle un nuevo aire a este pulmón de Cali, a orillas del río Cali.
Uno de los objetivos es educar a los visitantes en la conservación del bosque, manejo de ecosistemas y buen uso de los recursos con la ayuda de guías o interpretes que enseñarán la importancia de estos espacios.
En al recuperación fueron despejados los senderos y retirado la maleza. Es bueno ver cómo cada vez se ven más armadillos, eso demuestra que a ellos también les gusta lo que se hace", dijo. Es que después de dos años de cierre, los guatines, arañas, armadillos, iguanas y mariposas se han multiplicado.
Comentar