Con el fenomenal desfile inaugural del Salsódromo, comenzó este lunes la edición número 60 de la Feria de Cali.
Juan Pablo Rueda / EL TIEMPO
El multitudinario desfile arrancó con decenas bailarines, quienes a ritmo de la salsa de Niche y Guayacán, lucieron con orgullo los colores de la bandera de la ciudad.
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La autopista Suroriental de Cali retumbó al son de la salsa. Ni siquiera el aguacero que empapó la tarde detuvo ‘la gozadera’ de los caleños.
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Este año, el evento más icónico de la Feria hizo un homenaje al orgullo caleño y a las tradiciones de la capital vallecaucana.
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Más de 1900 artistas fueron los encargados de darle vida a las comparsas adornadas con personajes icónicos de la ciudad.
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Por momentos, la lluvia obstaculizó el paso acelerado y candente del Salsódromo. El desfile tuvo que parar por unos minutos.
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La alegría y la cadencia de las bailarinas de salsa también contagiaron al público.
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Cerca de 1700 bailarines de salsa acompañaron el desfile, en el que se le rindió tributo a los sitios emblemáticos de la ciudad, grupos musicales tradicionales y platos típicos de la gastronomía caleña.
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El Salsódromo se realizó en 1,5 kilómetros de recorrido, que fueron más que suficientes para que los bailarines caleños exhibieran toda su destreza.
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El inicio de la Feria también rindió tributo al empuje de los caleños, recordando que la Feria de Cali nació como una respuesta de la ciudad a un momento de crisis: la explosión del 7 de agosto de 1956.