En menos de 10 años, en Cali se triplicó el parque automotor. Bajo ese crecimiento, a la dependencia no la han dejado de rondar desde el tráfico de influencias hasta los fraudes.
Así como hay mayoría de quienes cumplen con las reglas, hay un entramado en el que se mezclan quienes esperar eludir los controles para tener licencia, traspasar vehículos y hasta ‘borrar’ multas.
Un conductor, de 28 años, cuenta que hace un año, ante la urgencia de un trabajo, acudió a un contacto porque no disponía de cerca de 400.000 pesos para el curso. “Por 150.000, más la fotos, me dieron el documento”.
El 3 de mayo pasado el alcalde Maurice Armitage puso el dedo en la llaga al soltar una frase: “Tránsito es como la cueva de Alí Babá y los 40 ladrones”.
Las organizaciones de guardas rechazaron “las generalizaciones”. A la misma hora corrían comentarios en redes sociales sobre presuntas irregularidades.
El Alcalde había nombrado en enero al coronel Nelson Rincón, lo que no fue acogido por sindicatos. El oficial siguió en el cargo, pasando por polémicas como cuando circularon fotos de su carro tomando un atajo por carriles del MÍO; y por la grabación de una mujer que decía que el oficial la llevó a trabajar allí y sostuvieron un romance.
El coronel Rincón dijo que era una campaña de desprestigio. En agosto lo relevó Juan Carlos Orobio.
El 18 de agosto agentes del CTI y la Sijín allanaron la sede de Salomia, en el proceso por el robo de 64 vehículos de Emcali cometido en los últimos años.
La polémica se enfrió hasta el fin de semana pasado cuando un menor de 14 años murió en un accidente y se conoció que tendría licencia pese a que la edad mínima es de 16. No se ha precisado dónde obtuvo ese documento.
Orobio dijo que los controles existen y se están aplicando operativos a conductores de carros y motos.
Al funcionario ya le tocó afrontar polémica por el video de motos que hicieron piruetas en el túnel de la avenida Colombia.
Frenar la corrupción no es fácil por la cantidad de vehículos y trampas. Las licencias son documentos públicos y falsificarlos puede traer sanción penal desde los 64 meses de cárcel.
En Cali hay registradas 210.825 motocicletas, según el Registro Único Nacional de Tránsito, (Runt), pero se estima que circulan más de 450.000.
Una parte correspondería a vehículos matriculados en municipios como Candelaria, Jamundí, Ginebra, Guacarí o Palmira. Hay quienes dicen que eso se debe a las facilidades y otros a que hay tráfico de influencias, pero no se reportan investigaciones.
Mientras tanto, no pocos conductores intentan eludir, por ejemplo, las fotomultas al cubrir sus placas con cargas, números borrados, o portabicicletas. En las motos se usan esparadrapos o el acompañante con su pie cubre la placa.
Para carros o motos se consiguen dispositivos para levantar placas, con pagar entre los 20.000 y 60.000 pesos.
El transporte ‘pirata’ tiene ‘campaneros' y hasta grupos de whatsapp para avisar sobre operativos.
Los ‘motorratones’ tienen estaciones hasta en avenidas. Y en los barrios no es extraño que lleven pasajeros hombres y sin casco.
CALI
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