Mientras que el alcalde de Cali, Maurice Armitage, dijo que espera que no se haya presentado corrupción en Metreocali, el expresidente de la entidad Armando Garrido defendió su gestión.
La Contraloría activó el grupo de reacción inmediata ante las presuntas irregularidades. Este grupo con facultades de Policía Judicial se direccion a determinar la realidad de los acuerdos firmados entre Metrocali y el Instituto Tecnológico de la Construcción de Cataluña, ITEC; a la compra de terrenos; y contratos de asesorías suscritos recientemente por Metrocali.
El grupo fue activado de acuerdo con los lineamientos de la Resolución de la Entidad, por la cual se reglamentó la creación de los grupos especiales de reacción inmediata con facultades de policía judicial, según las facultades conferidas en los artículos 267, 268.5 y 272 de la Constitución Política; 10 y 29 de la ley 610 del 2000 y 115 de la ley 174 de 2011, dijo el contralor Ricardo Rivera.
Armitage dijo que le pidió hace dos meses a Garrido el retiro de Nohora Patricia Acero porque habría cumplido su ciclo. “No sé si los contratos estarán bien o mal hechos. Eso lo dirá la autoridad. Yo no voy a resolver las cosas que no sé”.
Pidió no caer en delirio de persecución porque no se trata de mancharle el nombre a nadie. Acero recibió dos contratos y se trata de precisar uno de ellos por consultoría debió ir a convocatoria pública. Garrido, entre vista con Caracol, sostiene que no hay anomalías, sino que conformó un equipo para defender a Metrocali.
Asegura que su gestión pudo ser incómoda porque cuando llegó se hablaba de liquidar la entidad y de un hueco financiero de 2,4 billones pesos que se dedujo a la tercera parte.
También que a su llegada estaba lista una conciliación por 50.000 mollones ante un tribunal de arbitramento pero se probó que no era tal y quedó en 8.000 millones.
CALI