La Unidad de Víctimas y la Organización Regional Indígena (Orivac) sellaron una alianza que les permitirá trabajar juntas durante los próximos cuatro meses en la ruta que lleve a una atención efectiva de su población.
En el Valle se tiene el registro de 4.362 indígenas víctimas del conflicto armado.
“Se deben poner de acuerdo en cómo nos vamos a comunicar para poder tener una atención más afectiva de estas comunidades que han sido golpeadas por la guerra”, dijo Alberto Guasiruma, consejero mayor del gobierno de la Orivac.
Acordaron trabajar en la identificación de aquellos indígenas que aún no se han declarado como víctimas ante el Ministerio Público, el número que se tiene hasta hoy es a corte de marzo pasado.
La directora territorial en el Valle de la Unidad para las Víctimas, Fabiola Perdomo, les recordó que los indígenas tienen un lugar garantizado en las mesas departamentales y municipales de víctimas.
No necesitan inscribirse, ni ser elegidos, solo deben comunicar la designación de su representante mediante un acta que remitirán a las alcaldías y la Gobernación.
A la agenda de trabajo se sumará la Asociación de Cabildos Indígenas del Valle (Aciva) que congrega a 4.000 miembros en este departamento. La Orivac congrega a cerca de 17.000 indígenas que se encuentran en 26 municipios del Valle.
La atención a las víctimas, con enfoque étnico, está contemplada en el Decreto Ley 4633 del 2011. Perdomo insistió en el compromiso de la Unidad por que sea una realidad.
A marzo pasado se reportaban 190.824 indígenas víctimas en todo el país.
Foto:
Archivo / EL TIEMPO
A nivel nacional, la Unidad de Víctimas reporta 190.824 indígenas afectados por el conflicto armado.
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