La rápida acción de la Armada Nacional y su grupo de inteligencia, permitió en las últimas horas una de las mayores incautaciones de cocaína en aguas del Pacífico Colombiano realizadas en dos operativos.
El cargamento incautado iba distribuido en 85 bultos que estaban sellados herméticamente para evitar que los elementos se mojaran.
El primer hecho ocurrió cuando unidades de Reacción Rápida de la estación de Guardacostas de Tumaco, en Nariño, se desplegaron a zonas cercanas a altamar en este municipio.
Allí recibieron instrucciones del grupo de inteligencia del Ejército Nacional y el Cuerpo Técnico de Investigación - CTI, que los alertaban de un presunto movimiento marítimo de un cargamento de cocaína.
A los pocos minutos detectaron una embarcación que se desplazaba a gran velocidad e inmediatamente una Unidad de Reacción Rápida inició la operación de interdicción marítima para lograr detenerla.
En la persecución de altamar los cuatro tripulantes de la lancha comenzaron a lanzar varios bultos al mar, acción con la que pretendían distraer al personal de la Armada Nacional.

La incautación se realizó en altamar
Armada Nacional
Más adelante la lancha fue detenida logrando incautar tres bultos que aún llevaban abordo y que se sumaron a los otros 47 que se recuperaron del mar.
En ese mismo instante, pero esta vez al noroeste de Cabo Manglares, Nariño, otra embarcación reaccionó de manera sospechosa al notar la presencia de las unidades de la Armada Nacional.
En su huida, tres tripulantes de esta motonave hicieron lo mismo: lanzar la carga al mar, pero más adelante fueron detenidos, donde 35 bultos fueron recuperados de las aguas del Océano Pacífico.
En total fueron incautados 1.711 kilos de clorhidrato de cocaína, a su vez se capturaron seis colombianos y un extranjero, que se movilizaban en las dos motonaves.
La característica que unía a estos dos cargamentos era la forma en la que fueron lanzados al mar
Cada bulto tenía amarrado en uno de sus extremos una boya de posicionamiento satelital; la cual, al parecer, sería utilizada por sus propietarios para recuperar la droga en caso de lograr huir con éxito.
Este alijo que tendría como destino Centroamérica, le hubiese representado ganancias superiores a los 57 millones de dólares a las estructuras narcotráficantes que delinquen en esta zona del país si su tránsito no hubiese sido interrumpido por la institución naval.
CALI
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