En la tarde del jueves, los habitantes de Corinto y Caloto quedaron conmocionados ante el hallazgo de los cadáveres de cinco hombres en esas localidades del norte del Cauca. Las autoridades tratan de precisar si fueron degollados.
Hasta ahora no se ha determinado si los dos casos tienen relación. La noticia se presenta a unas horas de anuncios del Gobierno sobre un destacamento de 2.500 uniformados ante masacre de cinco nativos.
El hallazgo de cuatro de los cuerpos ocurrió cerca de las 5 de la tarde de este jueves en la vereda Santa Elena, a 20 minutos del casco urbano de Corinto.
Una versión dice que los habrían llevado hasta allí en un vehículo que se internó a la zona montañosa. Pero otros testimonios apuntan a que una banda armada les llegó en una camioneta al sitio donde estarían realizando unas mediciones, al parecer, con drones, de un terreno, en un sector donde hay cultivos de marihuana.
A dos de los hombres les encontraron cédulas y un tercero portaba un carné. En el lugar fueron hallados documentos a nombre de Carlos Mario López, Diego Hernán Rodríguez Torres, Diego Alejandro Cerquera Picón y Roosevelt Saavedra Solarte.
Trabajarían en una empresa contratista que tendría nexo con una firma local también de ingeniería.
El reporte preliminar indica que fueron degollados, pero eso se determinará en las tareas forenses. . Edwin Mauricio Capa, líder indígena, dijo que es un hecho doloroso y precisó que no se trata de nativos de las comunidades.
También, en el sector del Palo, Caloto, casi a la misma hora, fue encontrado el cadáver de un hombre, con aparentes signos de tortura y envuelto en una bolsa negra.
El hombre fue encontrado sobre una alcantarilla y presentaba impacto por arma de fuego.
El martes, presuntos didisentes les causaron la muerte a los guardias indígenas José Gerardo Soto, Asdrúval Cayapú, Eliodoro Inscué y James Wilfredo Soto, en Tacueyó, en la ruta a Toribío.
Salieron heridos Matías Montaño Noscué, José Norman Montaño Noscué, Dora Ruth Mesa Peteché, Rogelio Taquinás y Crescencio Peteché.