El Encuentro de Melómanos y Coleccionistas cumple –en la edición número 59 de la Feria de Cali– su aniversario 25, demostrando que la salsa de barrio no se extingue.
Este evento es uno de los más esperados de la feria. Comenzó en 1991 con reuniones de coleccionistas cada fin de semana en los parques de la ciudad para mostrar sus tesoros más preciados.
Los zapatos de charol, las camisas de colores, las campanas retumbantes, los cuadros con las caras de famosos exponentes del género, como Héctor Lavoe, Willie Colón y la Fania All Stars, se alternan con los espectáculos de la programación de la ‘mejor feria de América’.
“Iniciamos en el parque de Las Banderas con una tornamesa donde notamos que, a pesar de la escasez, la gente asistió masivamente. Luego fuimos al parque del Amor, al de la Música; después, a la Bodega de la Salsa, en la antigua fábrica de la Industria de Licores del Valle, hasta que llegamos a las canchas Panamericanas con un montaje excelente”, recuerda Gary Domínguez, coleccionista e impulsor del encuentro.
La Feria de Cali, el 25 de diciembre, arranca en el Salsódromo con la presencia de más de 1.200 bailarines y medio millón de espectadores. El encuentro de melómanos también tiene su público en las canchas Panamericanas, que abren sus puertas desde las cinco de la tarde hasta las dos de la madrugada, durante los cinco días de feria.
El Encuentro de Melómanos es un espacio que se fortalece con el paso de los años y promueve el ritmo que caracteriza a la capital del Valle, haciendo que la industria musical lleve las riendas en esta temporada. Además, turistas y citadinos se dejan encantar por las colecciones de long plays. No se puede olvidar que Cali se ha convertido en un referente musical en América Latina.