"Recibimos con esperanza y optimismo lo dicho por Pablo Catatumbo: 'Llegó el momento de decir no más y hacer la paz. Esperamos que algún día ustedes puedan perdonarnos'".
Así lo señalaron los familiares que viajaron a La Habana, en Cuba, para reunirse el sábado con los comandantes de las Farc y acordar el acto de perdón que esperan sea público por el secuestro y asesinato de los exdiputados del Valle del Cauca, el 18 de junio de 2007.
"Creemos, como víctimas, que es posible alcanzar la reconciliación y avanzar en la construcción de una paz que permita superar el dolor y garantizar que hechos violentos como lo sucedido en la Asamblea del Valle hace 14 años, no se vuelvan a repetir", anotaron en un comunicado.
Así mismo, señalaron que las Farc reiteran su voluntad de seguir avanzando para alcanzar la paz.
En la delegación que viajó a Cuba también estaba Luz Marina Cendales, hermana del subintendente de Policía Carlos Alberto Cendale, asesinado el mismo día del secuestro de media Asamblea del Valle, cuando estaban en el recinto institucional, en pleno centro de la capital del departamento.
La señora Cendales viajó para recibir el perdón de las Farc por el crimen de su hermano y por el dolor a su familia y a su madre, Jael Zúñiga, quien falleció en febrero de este año sin tener respuesta de la guerrilla a una carta que le habían enviado al secretariado del grupo subversivo.
Para la familia Cendales, el encuentro con las Farc fue doloroso, tratando de entender por qué esos guerrilleros, que a plena luz del día simularon ser miembros del Ejército cuando se tomaron la Asamblea, en uno de los baños del edificio, le propinaron a su hijo varias puñaladas y luego dos disparos. Luego sacaron a los diputados en una buseta de vidrios oscuros.
La familia se enteró por la necropsia de que Carlos Alberto no solo fue degollado. Además de los disparos, su cuerpo presentó heridas por arma blanca en la espalda y en la cabeza.
CALI