Familiares de nueve de los 11 exdiputados asesinados el 18 de junio de 2007, tras su secuestro cinco años antes por las Farc, viajaron este viernes a Bogotá para luego desplazarse a Cuba. Por segunda vez se reunirán con los dirigentes de este grupo guerrillero.
De acuerdo con algunos allegados, la reunión busca precisar cómo se realizará el acto de perdón que esperan las familias de los exdiputados de parte de las Farc en Cali por el asesinato de los políticos.
A su vez, viajaron familiares de quienes no han podido hablar con los jefes de esta guerrilla, entre ellos, los del subintendente Carlos Alberto Cendales, el policía que fue asesinado el mismo día del secuestro de media Asamblea del Valle del Cauca, en el centro de la capital del departamento. (Lea Diputados, una herida que duele como el primer día).
Cendales fue asesinado por las Farc en aquella mañana del 11 de abril de 2002, cuando el centro de Cali se paralizó por el plagio de la mitad de la Asamblea.
Para la familia Cendales, el encuentro con las Farc es doloroso, teniendo en cuenta que este año murió la mamá del subintendente, Jael Zúñiga, quien siempre estuvo rogando a las Farc una respuesta, luego de que ella y otra hija enviaron una carta a La Habana.
La señora murió el 15 de febrero pasado debido a quebrantos de salud, sin entender por qué esos guerrilleros, que a plena luz del día simularon ser miembros del Ejército cuando se tomaron la Asamblea, en uno de los baños del edificio, le propinaron a su hijo varias puñaladas y luego dos disparos. Luego sacaron a los diputados en una buseta de vidrios oscuros.
La familia se enteró por la necropsia de que Carlos Alberto no solo fue degollado. Además de los disparos, su cuerpo presentó heridas por arma blanca en la espalda y en la cabeza.
CALI
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