Eran las víctimas que surgieron con el olvido, develando una marca que, poco a poco, cicatriza en la sociedad y una realidad que busca reparación, pues la paz no solo era firmar el Acuerdo con la guerrilla de las Farc, sino construir caminos para reparar a quienes habían sufrido.
Para Fabiola Perdomo, esposa del expresidente de la Asamblea del Valle Juan Carlos Narvaez, asesinado en cautiverio por las Farc y ahora directora Territorial de la Unidad de Víctimas, en la región, la reparación no es solo dinero, es sanar un pasado con programas productivos, educativos, sociales y de protección.
No entendí nunca por qué Dios me puso aquí, pero cuando comencé a entender el dolor de los demás, fui sanando y comencé a ayudar
Según la Unidad Nacional de Víctimas, de las 8.347.566 víctimas que hay en el país, 544.633 son del Valle del Cauca y de ellas, 418.502 están sujetas a la reparación.
"Mientras había conflicto en Colombia teníamos como un grifo abierto, es decir, se pagaban víctimas y salían otras. Ahora, ese grifo hay que seguirlo cerrando para cumplir, reparar, pero sobre todo, recuperar", dice la funcionaria.
Según Perdomo, si no fuera por el proceso de paz, la guerra hubiera podido continuar por décadas, pues como en los conflictos de religión, las ideologías hubieran prevalecido.
"A la guerrilla se podía seguirla debilitando, pero nunca se hubiera acabado por sus ideas, es más fácil acabar una bacrím o una pandilla, porque si usted le ofrece dinero para que 'cante', ellos pueden entregar hasta la mamá, pero con un guerrillero no, ellos se hacen matar por su cuadrilla y por sus ideales", reflexiona.
Las cifras del Registro Único de Víctimas indican que las mujeres representan el 49,73 por ciento del total de las víctimas que hay en el país, 4.151.416 necesitan ser reparadas.
"Escuchar sus historias de vida me hizo sentir fuerte, saber que ellas sufrieron violaciones, maltrato y tortura me ayuda a seguir trabajando para conocer la verdad y sanar el pasado", comenta la funcionaria.

En el Valle hay 418.502 víctimas sujetas de reparación
Mario Baos / EL TIEMPO
Según este mismo registro, 3.780.677 de las mujeres fueron víctimas de desplazamiento; 191.784 por amenazas, 458.781 fueron feminicidios y 77.100 corresponden a desaparición forzada; 47.627 casos son pérdida de bienes muebles o inmuebles; 40.231 son víctimas de actos terroristas, atentados, combates y hostigamientos, y 17.350 son víctimas por violencia sexual.
Según Perdomo, las víctimas se deben acercar al Estado para trabajar de la mano. En el Valle hay dos puntos para que sean reconocidas a través de su declaración, una en Cali y otra en Buenaventura.
Hasta el momento más de 200.000 millones de pesos se han entregado en reparación, 26.743 millones en 2015, 32.194 en el 2016. En enero del 2017 se han reparado 1.036 personas y entregado 7.207 millones de pesos.
"Reparar a todas las víctimas nos va a tomar varios años, estimamos que se necesitan alrededor de 34 billones de pesos, los cuales serán financiados por el Gobierno Nacional, los organismos internacionales además, de los bienes y activos de las Farc", señala. Además, dijo que se hacen alianzas con academias como la Escuela de Sicólogos del Valle, ahí pueden tomar un diplomado en políticas públicas.
Pero la directora territorial de la Unidad de Víctimas está convencida en que en todo este proceso hay que dar paso hacia una nueva cultura.
"La educación no solo debe ser para las víctimas, sino para toda la sociedad, pues por más campañas que hagamos, si no se cambia la cultura de la agresividad, la violencia y la intolerancia, por una cultura de respeto, solidaridad y de paz, ninguna inversión que se haga va a poder unir a este país", dice la funcionaria.
"Una persona que no sana su duelo es una persona que se demora en superarse, por más que se le de todo el dinero existente", agrega.
Son cuatro medidas más de reparación, a parte de la indemnización, que están en marcha, como la satisfacción donde se dignifica la condición de víctima; saber la verdad; hacer parte de los procesos nacionales, y exención del servicio militar obligatorio.
La restitución que tiene que ver con el retorno voluntario a las tierras, acceso a viviendas, empleo rural y urbano y acceso a créditos.
Rehabilitación que comprende la atención psicológica y física, por último, las garantías de no repetición con la que se busca proteger a la víctima.
"Buscamos transformar vidas, cerrar el ciclo de la violencia y dejar un país mejor a las futuras generaciones",vuelve a reflexionar.
"Lo único que blinda este proceso es la sociedad, aunque no creo que ningún dirigente en un futuro se atreva a destruir lo construido solo por un capricho. Hay que perdonar, reparar y seguir adelante", concluye.
CALI